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El SEAT 1400 celebra su 65º aniversario: así era el primer modelo de la historia de la marca

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El SEAT 1400 celebra su 65º aniversario: así era el primer modelo de la historia de la marca

Hoy, hace exactamente 65 años salía de la línea de montaje de la Zona Franca de Barcelona el primer SEAT de producción la historia. Hablamos del SEAT 1400, que nacía sólo tres años después de la creación de la marca española como sociedad. Con esta berlina de cuatro puertas y propulsión trasera, el fabricante comenzaba su andadura y es menester rendirle un apropiado homenaje en una fecha tan señalada.

La historia de SEAT empezaba aquel 13 de noviembre con el primer SEAT 1400 con matrícula B-87.223 que salía fábrica. Este modelo sirvió para sentar los cimientos de la compañía y nacía no sólo para el mercado particular: también estaba pensado para hacer las veces de vehículo oficial y taxi. ¿Cómo era aquel primer retoño de la marca?

Un primogénito avanzado a su época

SEAT 1400

EL SEAT 1400, que era idéntico a los Fiat 1400/1900, fue uno de los primeros modelos europeos en utilizar una carrocería autoportante, aunque el primero en estrenarla se remonta a 1923 y fue el Lancia Lambda. A diferencia de la más popularizada en aquellas, esta arquitectura no contaba con un chasis separado con la carrocería atornillada, por lo que soportaba parte de la carga estructural del vehículo. Actualmente, es la técnica más utilizada en la industria automovilística.

De igual manera, este primer SEAT disfrutaba de otras innovaciones como el parabrisas curvo de una sola pieza y fue también de los primeros modelos en equipar calefacción. Asimismo, disponía de una suspensión trasera equipada con muelles helicoidales y ballestas longitudinales semi-cantilever, ambas bondades le permitían ofrecer un mejorado confort en la marcha, así como una mayor estabilidad sin balanceo. En conjunto se completaba con una barra Panhard encargada del posicionamiento transversal del eje.

A su avanzada arquitectura se sumaba un diseño con predominio de líneas curvas y redondeadas, que se inspiraba en los modelos americanos de los años 40 y 50. Los pilotos delanteros eran completamente redondos en contraste con los traseros, que eran de forma cónica.

Respecto al propulsor, ubicado en posición longitudinal delantera y que transmitía toda su potencia al tren posterior, este era un 1.4 de cuatro cilindros, con carburador invertido Solex o Weber con obturador manual, que rendía 44 CV de potencia. Su velocidad máxima se fijaba en 120 km/h.

Las versiones del SEAT 1400

SEAT 1400

El primer SEAT de la historia estuvo en producción once años, de 1953 a 1964, contando con cuatro versiones diferenciadas, más dos especiales: el 1400, el 1400 A, el 1400 B (y 1400 B Especial) y, finalmente, el 1400 C (con variante 1400 C familiar).

El SEAT 1400 A, la segunda entrega de aquel primer SEAT, se diferenciaba por nuevos detalles estéticos, sumando elementos cromados en la carrocería, así como por elevar la potencia de su propulsor hasta los 50 CV, lo que le permitía incrementar su velocidad máxima a 125 km/h. Ésta estuvo en producción seis años (1954-1960) y un total de 30.990 unidades fueron fabricadas.

Por su parte, el SEAT 1400 B, buscaba acercarse aún más al diseño de los modelos estadounidenses, añadiendo aún más acentos cromados, además de una luneta trasera más ancha, un faro antiniebla central ubicado en la parrilla delantera y neumáticos con banda blanca de serie.

Seat 1400 9

Su lanzamiento tenía lugar en 1956 y, dos años más tarde, llegaría el SEAT 400 B Especial, que fue el último en utilizar esta carrocería de corte norteamericano y que se distinguía del B convencional por montar el mismo motor empleado por Fiat, con una potencia de 58 CV y una punta de 135 km/h. Del modelo italiano también heredaba la instrumentación, con el velocímetro en posición horizontal.

La producción del modelo que daba el pistoletazo de salida a SEAT se cerraba con el SEAT 1400 C, que llegaba al mercado en 1960 y que se mantendría en producción hasta 1964. Si bien buena parte del chasis se mantuvo en el modelo, esta versión contaba con la misma zaga que el SEAT 1500, que se convertiría en el sustituto de este primer modelo llegando al mercado en 1963. El SEAT 1400 C estaba además basado en los Fiat 1800/2100 y su motor era también de origen Fiat.

El último en llegar fue el SEAT 400 C Especial, cuya principal bondad era la incorporación de un nuevo freno delantero, sirviendo de nexo de unión con el mencionado 1500, equipado ya con un nuevo motor de mayor cilindrada: 1.5 litros.

El SEAT 1400, en cifras

Seat 1400 1
  • Un total de 98.978 unidades del SEAT 1400 salieron de la Zona Franca de Barcelona entre 1953 y 1964). Esto sirvió a la marca para consolidarse en el mercado e inscribir su nombre en la historia de la automoción española.

  • El precio del primer SEAT 1400 era de 117.000 pesetas de la época (unos 705 euros aproximadamente).

  • La producción inicial se reducía a cinco vehículos diarios, aunque aumentó rápidamente gracias a la demanda de los consumidores.

  • En 1955 se pasó a las 3.000 unidades anuales, con casi el 100% de los componentes de origen nacional. En 1956 se llegó a los 7.000 modelos fabricados al año y en 1957 a los 10.000.

  • Su motor era un 1.4 de cuatro cilindros de 44 CV, que se elevó a los 50 CV en su segunda generación. Su velocidad máxima era de 120 km/h y de 125 km/h respectivamente.


Kay Petre, la piloto que 'voló' a 215 km/h con su Delage V12 en el circuito de Brooklands

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Kay Petre, la piloto que 'voló' a 215 km/h con su Delage V12 en el circuito de Brooklands

El circuito británico de Brooklands abrió sus puertas en 1907 con la norma clara de que solo los hombres podrían competir. Pero encontramos en la historia a mujeres como Elsie Wisdom que pudo probar sus habilidades en el trazado junto a pilotos, en igualdad de condiciones.

En este escenario, debemos hablar de otra piloto de carreras -y periodista- que consiguió hacer historia no solo en su primera incursión en Brooklands allá por 1932: Kay Petre. Esta canadiense se convertiría en un icono del automovilismo tras el volante de bestias de la época como era el Delage con su motor V12 o el Bugatti Type 35.

La canadiense a la que se le quedaban 'pequeños' los coches

Petre nació el 10 de mayo de 1903, en Toronto, Canadá. Hija de un abogado, pasó sus últimos días escolares en Inglaterra, pero regresó a Canadá a los veinte años. Pronto, comenzaría a sentirse atraída por el mundo del Motor.

Cuando el Brooklands Automobile Racing Club (BARC) abrió sus puertas en 1907, lo hizo para albergar competiciones entre las grandes marcas, pero no permitía a las mujeres pilotar en su circuito. Un año después permitieron carreras entre mujeres, que debían llevar bufandas y trajes de colores, asegurando sus faldas con cuerdas para evitar quedar expuestas.

Tras estas competiciones, el BARC decidió que no se celebrarían más carreras con mujeres ante la indignación de la prensa; no fue hasta 1928 cuando se les permitió competir exclusivamente entre ellas.

Cuatro años después, Petre se estrenó en el trazado británico con un Invicta negro de 4 litros; sería el principio de una adicción a la competición. Pronto entendió que necesitaba un coche más rápido para la temporada de 1933, así que se fue a por un Bugatti Type 35 de los que quitaban el hipo.

Petre se haría asidua a la competición, dirigiendo a un equipo de mujeres en carreras de relevos y compitiendo contra pilotos como Elsie Wisdom, que superó el récord de velocidad de Petre, o Chris Staniland.

Sin embargo, antes de que terminara la temporada de 1934, Kay había alcanzado los 207 km/h en el gigante Delage de 10.5 litros V12 compitiendo contra Gwenda Stetwart, que alcanzó los 217 km/h al volante de un Miller.

Delage París

En Brooklands, Kay Petre consiguió tres récords: el primero en 1934 a lomos de un Bugatti a 200 km/h y el segundo en un Delage a 207 km/h. Un año después alcanzaría los 215 km/h también tras el volante del Delage.

Además, fue novena en 1934 en el Gran Premio de Montaña en Brooklands con un Riley 1.5 contra una dura oposición. Su primera visita a Le Mans fue también ese año; ella y Dorothy Champney terminaron en el puesto 13, conduciendo un Riley Ulster Imp.

Entre 1934 y 1936, Petre era una habitual en todas las grandes carreras británicas como 'Brooklands 500 Miles' y 'Double Twelve Hours', y viajó incluso a Sudáfrica para la temporada del Grand Prix con su Riley.

Pero un accidente la alejaría de los circuitos.

Un impás en la vida de Kay: de las carreras al papel

Durante el entrenamiento de una carrera en Brooklands en 1937, el MG Magnette del piloto de Fórmula 1 Reg Parnell se salió del trazado y golpeó el coche de Kay, que volcó. La recogieron inconsciente y gravemente herida. Sería el final de la competición pero no el final de su relación con la esfera del Motor.

Se convertiría en corresponsal de la revista The Daily Graphic -antes se dedicaría a la sección culinaria- y formó parte del equipo de diseño de Austin durante la década de los 50. Contratada por la marca como "asesora de color", sugirió colores y combinaciones para el nuevo Austin A40/A50 Cambridge.

Más tarde, el magnate de la industria automotriz británica, Leonard Lord, la nombró consultora de color para la British Motor Corporation. Kay se encargó de hacer de Austin una firma atractiva para las mujeres conductoras. Incluso diseñó patrones de tela para el interior del MINI.

Kay Petre puede no haber conducido en la salvaje Targa Florio como lo había hecho la otra reina del Bugatti Elisabeth Junek, y compitió solo tres veces en Le Mans, pero su empeño por competir -y ganar- en una esfera reservada al género masculino la convirtió en un ejemplo.

Ella y Gwenda Stewart fueron las únicas que obtuvieron las insignias, entre 1928 y 1939, del circuito de Brooklands por alcanzar los 209 km/h en una competición con 15 hombres. Kay murió el 10 de agosto de 1984, en Camdem, tras una larga y potente vida.

El primer permiso de conducir de la historia, cuando el gran duque de Baden tuvo que proteger a Karl Benz de sus airados vecinos

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El primer permiso de conducir de la historia, cuando el gran duque de Baden tuvo que proteger a Karl Benz de sus airados vecinos

El primer permiso de conducir de la historia no fue expedido tras un examen que permitiera a la Administración evaluar los conocimientos, aptitudes y actitudes sobre circulación de vehículos que pudiera tener el que fue declarado primer conductor, legalmente hablando. Tampoco se tuvo en cuenta la eficiencia del estilo de conducción de aquel aspirante a conductor legal que ya conducía de facto antes de tener permiso para hacerlo.

De hecho, los habitantes del Gran Ducado de Baden estaban hasta las narices de los ruidos y humos que expulsaba aquel automóvil con el que Karl Benz y Bertha Benz se paseaban por las calles de Mannheim para fastidio de sus vecinos. Paradójicamente, Mannheim se convertiría, con los años, en la tercera ciudad del actual estado de Baden-Württemberg, cuya capital es la ciudad de Stuttgart, un icono de la automoción.

Pero corría el año 1887, Stuttgart aún no era la meca de Mercedes y Porsche tal y como la conocemos hoy, y el stuttgartense Robert Bosch justo acababa de abrir su Taller de mecánica de precisión e ingeniería eléctrica. Lo de las bujías llegaría bastante después y, con ellas, la chispa que necesitaba el mundo del automóvil para explotar y conquistar a la población.

Karl Benz obtuvo el primer permiso de conducir... por 'enchufe' con el gran duque de Baden

Así que, para templar los ánimos de los habitantes de Baden, tuvo que mediar el jefe máximo de aquel Estado histórico alemán, Federico I, erigido en promotor de la tecnología que permitiría el avance de la automoción en Alemania, y expedir un documento al inventor del coche con motor de combustión para autorizarle a realizar sus pruebas en aquellas vías abiertas al tráfico... de caballos.

Friedrich I Von Baden

Friedrich Wilhelm Ludwig von Baden, o Federico Guillermo Luis de Baden (más conocido por su sobrenombre artístico: gran duque de Baden Federico I), estampó así su firma sobre un manuscrito, un documento con aspecto de salvoconducto y de muy difícil lectura que se considera el primer permiso de conducir del mundo, una autorización administrativa expedida a nombre de Karl Benz.

Primer Permiso Conducir Karl Benz

Un año antes, en 1886, Karl Benz había presentado su Benz Patent-Motorwagen, el coche a motor patentado por Benz que marcó el inicio de toda una era. Lo fabricó en 1885 gracias a la financiación aportada por Bertha Benz, y en cuestión de siete años produjo unas 25 unidades. La automoción llamaba a la puerta, y era cuestión de tiempo que se popularizara.

Karl Benz 2

Por su parte, a Federico I se le considera un liberal y un gran defensor de la monarquía constitucional. Bajo su mandato se llevaron a cabo muchas reformas que marcarían tendencias en Baden. Por ejemplo, el matrimonio civil, la educación bajo control estatal y la elección directa por votación en el Parlamento de Baden.

También bajo el gobierno del gran duque de Baden, Mannheim se industrializó de forma decisiva, gracias a la ampliación de las vías navegables y de la red ferroviaria, que permitirían que esa región alemana desarrollase sus actividades para convertirse en parte del actual motor de Europa.

Sumada una cosa a la otra, la maniobra de Karl Benz asombrando y molestando a sus vecinos, y la claridad de ideas de Federico I, apoyando a Benz en su conquista de calles, caminos y carreteras, fueron cruciales para desarrollar la automoción en Alemania y, por extensión, en Europa.

España, el primer país en legislar de forma unificada sobre los permisos de conducir

Primer Permiso Conducir Espana Permiso de conducir de España, expedido al amparo de la ley promulgada en el año 1900.

En 1893, según explica Chris Carter en Money Week, el jefe de Policía de París Louis Lépine decidió que la ciudad del Sena necesitaba conductores instruidos en el manejo de vehículos, además de ciertas normas de circulación, con velocidades máximas de 20 km/h en caminos rurales y de 12 km/h en áreas edificadas.

Nacieron así las primeras ordenanzas sobre circulación en Francia y, con ellas, Le certificat de capacité de conduit d’un véhicule à moteur, reconocido como tal dentro de la Ordenanza de la Policía de París. Para obtener Le certificat, se exigía una prueba de manejo, algo insólito hasta la fecha.

En el primer examen de conducir de que se tiene constancia, los aspirantes a manejar legalmente un vehículo provisto de motor por París debían demostrar que podían alejarse con él, girar, detenerse y tener una vaga idea acerca de averías mecánicas que pudieran sucederle al automóvil.

Maria Cristina De Espana

España fue el primer país en legislar sobre el permiso de conducir de manera uniforme. El 20 de septiembre de 1900, la Gaceta de Madrid publicó un Real Decreto firmado por la Reina María Cristina que exigía a automóviles y automovilistas una serie de documentos para circular por vías abiertas al tráfico. En lo relativo al conductor, decía así su artículo 11:

El conductor de un automóvil por las carreteras estará obligado á presentar su permiso y el documento que acredite la habilitación del vehíenlD para circular, siempre que lo reclamen las Autoridades i funcionarios competentes, ó sus agentes y delegados, como Ingenieros, Ayudantes, Sobrestantes, Capataces y Camineros afectos al servicio de las respectivas carreteras.

También establecía castigos para quienes cometieran infracciones, según se lee en los artículos 20 y 21:

El conductor que en el transcurso de un año infringiere dos veces las prescripciones reglamentarias en lo que hace referencia á sus deberes, podrá ser privado de su permiso para conducir automóviles.

Las contravenciones á lo dispuesto en este reglamento que no tengan señalada pena especial, quedarán sometidas á la acción de los Tribunales de justicia.

Permiso Conducir Belgica Actual permiso de conducir de Bélgica. Foto: M. Deneckere

En 1903, Reino Unido y Prusia introdujeron sus primeros permisos de conducir como documentos oficiales que se obtenían tras un examen. En Reino Unido el conductor debía moverse a una velocidad máxima de 20 mph (32 km/h), mientras que en el Reino de Prusia era la Dampfkesselüberwachungsverein, la asociación de inspectores de máquinas de vapor, quien evaluaba a los conductores de automóviles. En 1910, la iniciativa de Prusia se extendió a todo el Imperio alemán, se estandarizaron los exámenes y se marcó un temario oficial que debían conocer los futuros conductores.

También en 1903, Massachusetts y Missouri se convirtieron en los primeros estados de EEUU en exigir un permiso de conducir, aunque sin un examen hasta 1907, año en que Massachusetts instauró una prueba para chóferes profesionales. Coincidiendo con la irrupción del Ford Model T en 1908, Rhode Island fue el primer estado de EEUU en exigir tanto un examen como un permiso de conducir. Y hablando del coche de Ford, su estado, Michigan, comenzó a expedir permisos de conducir en 1919.

El último país de Europa en introducir un examen de conducir fue Bélgica, tal y como recogen Claudia Campolo, Antonella Molinaro y Riccardo Scopigno en el libro Vehicular ad hoc Networks: Standards, Solutions, and Research. Y es que, hasta el año 1977, cualquier belga podía conducir vehículos automóviles por vías abiertas al tráfico sin más requisito previo que una declaración jurada.

Borgward, el camión que tiró de un tren durante dos décadas en la isla de Sylt

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Borgward, el camión que tiró de un tren durante dos décadas en la isla de Sylt

La isla de Sylt, entre Dinamarca y Alemania, es hoy uno de los destinos más privilegiados del norte de Europa. A menudo se le compara con los Hamptons de Nueva York, tanto pos su condición de isla como por acoger a ricos y famosos del norte europeo en sus vacaciones veraniegas. Claro que no siempre fue así. De hecho, hasta no hace mucho se usaban unos camiones Borgward convertidos a tren para desplazarse por la isla.

Sylt es la más grande de las isla del archipiélago de las islas Frisias, entre Dinamarca y Alemania (pertenece a Alemania) y tiene una extensión de tan sólo 100 km². Es más bien poco, pues la longitud es de 38 km y en algunas zonas el ancho de la isla no supera los pocos cientos de metros.

Es famosa por sus dunas de arena de hasta 50 metros de alto en ocasiones. Hasta los años 60, Sylt era una isla más de pescadores en el báltico y un balneario local, pero las fotografías de la actriz francesa Brigitte Bardot veraneando en la isla pusieron a Sylt en el mapa de la jet set. Y desde entonces es una suerte de Hamptons a la alemana.

100 km² pero con ferrocaril propio

El acceso a la isla de Sylt siempre fue complicado. El ferrocarril estándar no llegó hasta 1927 vía el dique de Hindemburgo y que hoy permite acceder a la isla con su coche vía el ferrocarril. Antes, sólo era accesible en barco. Sin embargo, cuando en 1927 el ferrocarril estándar llegó a la isla, Sylt ya contaba con su propio ferrocarril.

Isla De Sylt

En 1888, la administración del balneario construyó el primer ferrocarril entre sus instalaciones en Westerland y el puerto del ferry en Munkmarsch, en el norte de la isla, al verse rechazada la propuesta de una carretera. La naviera HAPAG, por su parte, no podía operar en el puerto del norte de la isla por lo que sus barcos llegaban a la sur de la isla, a Hörnum.

Pero para llegar al centro neurálgico de la isla, el pueblo de Westerland, quedaba por recorrer un largo camino a través de la isla, que conducía por caminos arenosos y llenos de baches. HAPAG también construyó entonces su propio ferrocarril de vía métrica de Hörnum a Westerland.

Faro Isla De Sylt

Las dos líneas no estuvieron conectadas del todo hasta 1927. En 1929, ambos líneas formaron una sola empresa, la Sylter Inselbahn AG. En la Segunda Guerra Mundial, el ferrocarril fue de vital importancia para Alemania, pues alimentaba una multitud de bunkers. Tras la contienda, tocó reconstruir.

Borgward Sylt Tren O3

Cuando los británicos devolvieron la isla a Alemania, el ferrocarril local solo contaba con viejas locomotoras a vapor que tenían más de 50 años de servicio. Se necesitaba una solución más económica y pragmática.

Un semiremolque y un autobús para crear un tren

borgward sylt tren

Así, el nuevo operador del ferrocarril de la isla, Ruy Prahl, que también poseeía también una compañía de autobuses, tuvo la idea de construir un tren en su propio taller sobre la base de un semirremolque Borgward que tenía en stock.

En lugar de realizar una tren automotor como muchos otros fabricantes, utilizó la cabina tractora del semiremolque como locomotora, siendo un vagón de pasajeros creado ex profeso el vagón. La primera “locomotora” fue una cabeza tractora Borgward B4000 de 90 CV, para la cual hubo que construir unos nuevos ejes de tipo ferroviarios.

Borgward Sylt Tren

El vagón de pasajeros era una superestructura realizada con los componentes entonces disponibles para la construcción de los autobuses. Básicamente era un cruce entre un camión y autobús convertidos a tren. Y de tren propiamente dicho, poco tenía, pues sólo el bogie (o boje) trasero había sido recuperado de un viejo vagón de pasajeros. El 5 de octubre de 1952, el primer viaje de este semiremolque de pasa jeros hizo su viaje inaugural.

Borgward Sylt Tren 1965

Pronto, empezaron a fabricar otros cinco trenes y sus correspondientes vagones. Hubo varias versiones, en función de los elementos disponibles y camiones que sirvieron de locomotora, en algunos se usaron camiones Borgward B6 y B7.

Borgward Sylt Tren

La reutilización de bogies de vagones de pasajero de la antigua línea sirvió también para la construcción de los vagones En funcionamiento, los LT (así se llamaban a esos Borgward convertidos a tren) pudieron llevar dos vagones a lo largo de los gradientes empinados hasta List o Hörnum; un tren LT con dos vagones ofrecía hasta 129 asientos.

https://pbs.twimg.com/media/DmRpMVyW4AgFucp.jpg El Brogward LT4 en el museo del tranvía de Hannover a principio de los años 80.

Debido a su construcción ligera (carga por eje de menos de 5 toneladas), con respecto a un tren de vía estrecha convencional de la época los Bogrward LT se mantuvieron en activo hasta 1970. De hecho, eran tan ligeros que para dar la vuelta al tren en la plataforma giratoria manual, bastaban dos operarios. El 31 de diciembre de 1970 se realizó el último viaje. Fue un LT.3 tirando de un vagón Talbot.

Tras el cese de actividad, varios museos y entidades compraron las locomotoras y vagones de la isla de Sylt. Diez de ellos fueron a parar a un proyecto de parque temático del ferrocarril que nunca llegó a ver la luz. Sólo quedaría una unidad, la LT4, que estuvo medio abandonada a la intemperie en el museo del tranvía de Hannover. Esta unidad está actualmente en fase de restauración desde 2014.

Fotos | Inselbahn; Sylter-duenenexpress; Sagen; Pixabay; Wikimedia

Sí, existió un Dodge Viper de motor central, pero se acobardaron y no salió al mercado

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Sí, existió un Dodge Viper de motor central, pero se acobardaron y no salió al mercado

A lo largo de sus 25 años y cinco generaciones de carrera comercial, el Dodge Viper se mantuvo fiel al concepto original: un V10 atmosférico en posición central delantera, un cambio manual y una tracción trasera. Eso hacía de este deportivo el sucesor espiritual del AC Cobra (que es justamente lo qu se buscaba cuando se creó), es decir, un coche muy rápido, pero tremendamente delicado y no apto para todas las manos. Era casi arcaico en su concepción y muy analógico. Y por eso tenía una legión de fans. De ahí la sorpresa en talla XL que supuso leer el artículo de Thom Taylor en Hagerty explicando que existió un Dodge Viper de motor central que daría lugar al...¡Ford GT de 2005!

El Dodge Viper era (dejó de fabricarse en 2017) lo que se llama un coche halo. Nació como concept car y ante su popularidad, Chrysler decidió entonces lanzar una versión de serie. En Chrysler sabían que iban a perder dinero con ese coche (se venderían pocas unidades, se fabricaba de forma casi artesanal, su precio de venta se quedaba corto para cubrir gastos, etc), pero la imagen que proyectaba, los titulares que acaparaba y la imagen de marca que creó para Dodge justificaban con creces la inversión. De hecho, es algo que no podrían haber logrado con una campaña de marketing al uso gastándose en ella el doble o el triple de lo que costó el Viper.

Dodge Viper Rt 10 8

Aun así, algunos ejecutivos de Chrysler querían un coche capaz de rivalizar con el Corvette, el único coche estadounidense que los clientes de marcas de prestigio (léase Porsche, Acura/Honda NSX, Jaguar, etc) consideraban digno del apelativo deportivo. Así lo contó Chris Theodore, entonces responsable de la ingeniería en Chrysler y en el proyecto Viper, a Hagerty.

Creando un deportivo con piezas de recuperación

Dodge Viper Gts 4

El desarrollo del Dodge Viper de motor central comenzó en mayo de 1996 con François Castaing (uno de los padres del Viper original), Roy Sjoberg como ingeniero jefe y el propio Chris Theodore. Y se partió de una hoja en blanco. Además de las diferentes posibilidades creadas por ordenador se realizaron dos maquetas de madera para estudiar qué arquitectura sería la mejor. Una con el motor mirando a la zaga, con la transmisión delante y con árbol de transmisión para reenviar el par al eje trasero, y otra con un motor mirando hacia delante y una transmisión transaxle.

Lógicamente, la segunda opción tenía preferencia, pero debían hacer las dos para poder presentar las propuestas y asegurarse de elegir la que mejor les convenía. Eso sí, llegaba el momento de desarrollar el Viper de tercera generación y la inversión que se le permitió al equipo era irrisoria: tenían que gastar menos de lo que costó desarrollar el primer Viper.

Dodge Viper Srt10 Convertible 2

Un equipo de ocho ingenieros formaban el equipo de desarrollo del Viper de motor central. Consiguieron crear los dos chasis recuperando al máximo elementos del Viper entonces en producción, incluyendo algunos paneles de carrocería. El objetivo era determinar cuáles eran las mejores soluciones de packaging, las proporciones del coche y su volumen físico.

Por ejemplo, recuperaron las suspensiones delanteras y la dirección, así como el salpicadero y el V10 del Viper de segunda generación. Los dos “coches” no costaron más de 10 millones de dólares en total. Es decir, una gota de agua en el presupuesto de desarrollo de un coche.

En octubre de 1996, se presentó el proyecto con las dos maquetas, un dossier de 50 páginas, unos Ferrari como referencia y un Viper de serie disfrazado con lo que podría ser la carrocería del Viper de motor central. Bob Lutz no pareció muy interesado y al poco tiempo, el entonces CEO del grupo Bob Eaton lo cambió de puesto (Bob Eaton fue el artífice de la venta de Chrysler a Daimler, algo con lo que Lutz no estaba de acuerdo), Castaing y Sjoberg pasaron a otra cosa también. Solamente quedaba Theodore y el nuevo jefe de ingeniería John Fernandez para creer en el Viper de motor central.

Dodge Viper Motor Central

Ambos insistieron y presentaron un nuevo proyecto bautizado GTM, por mid-engine GT (GT de motor central). Hubo hasta tres maquetas para validar la dirección que debería tomar el diseño. Según cuenta Theodore, “eran similares al Ferrari 355”. Sin embargo, Daimler compró Chrysler en 1998. En su momento se habló de una fusión, pero la realidad es que Daimler compró, hizo y deshizo a su guisa lo que quiso en Chrysler. Y eso supuso el fin del proyecto del Viper de motor central.

El Ford GT nació en un avión

En marzo de 1999, Chris Theodore ha dejado Chrysler y está trabajando en Ford. Es responsable de llevar a cabo la compra de Volvo por parte del gigante estadounidense, pero sigue pensando en un deportivo de motor central. Finalmente puede que Ford sea el sitio ideal para ello.

Al fin y al cabo, el Dodge Viper fue una versión moderna del AC Cobra (que usaba un motor Ford) y el Viper GTS una versión moderna del Cobra Daytona (también con motor Ford, recordemos) hasta el punto de ser presentado con el mismo azul y franjas blancas que el original. Ahora que está en Ford, puede hacer un deportivo de motor central para rendir homenaje al Ford GT 40. Es algo que Ford lleva planeando desde hace años pero no parecer plasmarse en nada serio.

Ford Gt 2004

En el avión de vuelta, Theodore está con Jac Nasser (entonces CEO y presidente de Ford) y básicamente toda la cúpula directiva de Ford. Theodore soltó la idea de un hacer un Ford GT 40 moderno y capitalizar la imagen de ese modelo.

Quizá fuese la euforia de las alturas, la sensación de poder con todo (en esa época estaban comprando Volvo, pero también Jaguar y Aston Martin por ejemplo) o simplemente que realmente considerasen que fuese una buena idea, pero todos aceptaron entusiasmados. Y así nació el proyecto de un Ford GT 40 moderno. El proyecto se retrasó un poco, pero al final en 2005 el Ford GT era una realidad.

Obviamente, el Dodge Viper de motor central no dio lugar al Ford GT como indican en Hagerty, simplemente Ford sí supo ver, pudo y quiso agarrarse a**** la oportunidad y las ideas de Chris Theodore para el desarrollo de un deportivo de motor central. Algo que en Chrysler no tuvieron finalmente agallas de hacer, porque como hemos, no era una cuestión de presupuesto, sino simplemente una falta de interés por parte de la dirección del grupo.

El radar anticolisión ya era una realidad en el Cadillac Cyclone de 1959

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El radar anticolisión ya era una realidad en el Cadillac Cyclone de 1959

Los sistemas anticolisión, basados en radares, y que frenan por si solos el coche en una situación de emergencia -especialmente en ciudad- son uno de los elementos de seguridad activa que más interés despiertan en el automovilista actualmente. Estos radares anticolisión activos forman parte de los sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) que no son más que la antesala de la conducción autónoma. Hace tan sólo 20 años, estos sistemas parecían ciencia ficción. Y sin embargo, el Cadillac Cyclone de 1959 ya equipaba un radar anticolisión.

El Cadillac Cyclone es uno de esos concept cars inspirados en al aviación y que tanta gente atraían a los Motorama de General Motors (exposiciones itinerantes de concept cars y novedades de General Motors). El Cyclone debutó en 1959, en preludio a las 24 horas de Daytona y es obra del genial Harley Earl (“inventó” los concept cars con el famoso Buick Y-Job de 1939).

Cadillac Cyclone Concept Car

En los años 50, los avances de la aviación y la conquista del espacio estimulan la imaginación del público estadounidense y en especial de los diseñadores de automóviles. Es una época en la que los coches quieren ser jets de caza y naves espaciales. Y aunque en los concept cars, esas líneas sean exageradas, llegaron a la serie con los Cadillac y otros Buick de colas y alerones interminables.

No es un avión, es un cabrio de 325 CV equipado con radares

El Cadillac Cyclone es uno de los ejemplos más claros de esa época. El habitáculo es un cockpit con una cúpula inspirada en la de un caza a reacción. Ésta se esconde -manualmente- en el maletero para convertirlo en cabrio y cuando estaba en posición se apreciaba en la parte superior la pintura plateada (para que los ocupantes no fueran asados por los rayos de sol).

Cadillac Cyclone Concept Car 8

Las puertas se deslizan hacia atrás, mientras que todo el diseño del coche parece estar unido y definido por los laterales que no son más que una representación de dos motores a reacción con sus correspondientes alerones verticales.

Cadillac Cyclone Concept Car

Sin embargo, no tenía nada de un avión a reacción, aunque potencia no le faltaba. Lo que movía el Cyclone era un V8 de 390 ci (6,4 litros de cilindrada) y 325 CV. Disponía de suspensiones independientes a las cuatro ruedas y una transmisión transaxle. Vamos, que bajo su aeronáutica carrocería se escondía un automóvil bastante avanzado para la época. Aunque sí equipaba un elemento propio de la aviación.

Los dos conos negros que parecen ser el morro de una avión de caza, escondían efectivamente cada uno un radar. Éstos no detectaban aviones soviéticos sino posibles obstáculos en la carretera y avisaban al conductor de su presencia en un testigo en el salpicadero. El sistema le indica al conductor la distancia de frenada necesaria en función de la velocidad y si va a chocar o no. Eso sí, el sistema no frenaba por si solo, el conductor debía reaccionar y frenar.

Obviamente, es algo que nunca llegó a los Cadillac de serie ni a ningún coche, pero no deja de ser curioso que 60 años atrás, los creadores de los automóviles ya estuviesen pensando en la manera de hacer la conducción más fácil y segura para los automovilistas.

Esta es la historia que inspiró al Chitty Chitty Bang Bang volador: los veloces coches del conde Louis Zborowski

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Esta es la historia que inspiró al Chitty Chitty Bang Bang volador: los veloces coches del conde Louis Zborowski

Se ha cumplido medio siglo desde el estreno de la película Chitty Chitty Bang Bang protagonizada por un coche que volaba. Lo que muchos tal vez desconozcan, es que aquel coche estaba inspirado en uno que batía todos los récords de velocidad allá por los años 20 en Reino Unido. Te contamos la historia de los coches Chitty Bang Bang del conde Louis Zborowski, que además de inspirar guiones de películas de fantasía, fueron pioneros entre los coches de altas prestaciones a comienzos del siglo pasado.

El escritor de la historia que dio lugar a la película "Chitty Chitty Bang Bang", estrenada el 16 de Diciembre de 1968, fue Ian Fleming, el mismo creador de personajes tan famosos como James Bond, el Agente 007.

En ella, un excéntrico inventor de nombre Caractacus Potts, interpretado por Dick Van Dyke, es capaz de convertir un viejo coche de carreras (llamado originalmente "Paragon Panther") en un vehículo que podía volar y flotar sobre el agua.

Aquel coche en la película recibió el nombre de "Chitty Chitty Bang Bang", una especie de onomatopeya que simulaba el ruido de su motor e inspiró la famosa banda sonora de la película por la que fue nominada para un Óscar a la mejor canción original.

Pero en realidad, Ian Fleming tomó la inspiración para desarrollar su novela en vehículos reales, propiedad del conde Louis Zborowski, unos coches que hicieron historia en los años 20 en Reino Unido por sus impresionantes prestaciones.

Las creaciones del conde Louis Zborowski y su ingeniero Clive Gallop

Louis Zborowski era un adinerado conde que vivía en Higham Park, una preciosa casa de campo situada en Bridge, cerca de Canterbury (donde los famosos chocolates).

El y su ingniero, Clive Gallop (trabajó después para Bentley con quien ganó las 24 Horas de Le Mans), desarrollaron y construyeron cuatro coches que marcaron una época a comienzos del siglo pasado en Reino Unido, los "Chitty".

Clive Gallop en el Gran Premio de Francia de 1922 Clive Gallop en el Gran Premio de Francia de 1922

La leyenda dice que eran coches tan ruidosos, que el ayuntamiento de Canterbury desarrolló una ley que les prohibía entrar dentro de las murallas de la ciudad.

También dicen que el nombre de Chitty Bang Bang venía precisamente del ruido que hacían al arrancar, muy similar al de los aviones de la época.

Chitty I

Chitty I

El primero de esos coches fue el Chitty I que sobre un chasis de origen Mercedes montaba un motor Maybach de 23 litros y 23 cilindros procedente del mundo aeronáutico.

Se comenta que desarrollaba más de 130 caballos, una auténtica proeza para la época, pero la clave estaba en su sistema de escape, muy abierto. Tanto que hacía un ruido insoportable que ahuyentaba a sus rivales y atemorizaba a los espectadores que lo veían competir.

Louis Zborowski en el Chitty I con su escape hacia arriba

Aquel coche debutó con victorias en Brooklands en 1921 y alcanzó una velocidad de 162.14 km/h. Más adelante, cambiaron su configuración. Pasó de ser un coche de cuatro plazas a ser biplaza, se racionalizó el sistema de escape y llegó a alcanzar 193,1 km/h de velocidad máxima.

Más adelante sufrió un accidente importante en carrera, que según cuentan le costó tres dedos a uno de los cronometradores de la prueba. Terminó su vida fuera de las carreras, tras ser vendido a los hijos del médico y escritor Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes.

Chitty II

El segundo de los grandes coches de competición de Zborowsky no fue un éxito como el primero, pero tiene su historia. El chasis era más corto, por tanto más ágil y ligero que el primero. Lo desarrolló Gallop en colaboración con Bligh Brothers, unos especialistas en mecánica de Canterbury.

Louis Zborowski con el Chitty II

Aquel coche también heredaba un motor desarrollado para la aviación, en este caso un Benz Bz.IV de 18.8 litros. Con él participaron en varias carreras, aunque en ninguna se alzó con la victoria. Incluso participó en una ruta a modo de expedición al Desierto del Sáhara en enero del año 1922.

Luego, Zborowsky lo utilizó durante un tiempo como coche particular, circulaba con él por la calle y viajaba por Reino Unido sorprendiendo a todo el que se lo encontraba a su paso. El coche terminó en manos de un coleccionista de Estados Unidos, que lo tuvo expuesto en Cleveland (Ohio) y años más tarde regresó a Reino Unido.

Chitty III

El Chitty III fue construído en el año 1923 y montaba un motor de 6 cilindros con un cubicaje de 14.778 centímetros cúbicos. Al motor original que desarrollaba 160 caballos, le hicieron algunas modificaciones, para conseguir que llegase a los 180 caballos.

Louis Zborowski No es sencillo encontrar imágenes del Chitty III, así que ponemos esta de Louis Zborowski en una de sus carreras con otro coche

Aquel coche lo utilizaron de nuevo en Brooklands, donde consiguió dar una vuelta al circuito marcando una velocidad media de 181,34 km/h. Fue precisamente en ese coche en el que Zborowsky viajó a Stuttgart para reunirse con los responsables de Mercedes-Benz.

Con ellos acordó correr el Gran Premio de Italia de 1924, en el circuito de Monza, al volante de un Mercedes con motor de dos litros. Aquella fue la última carrera del conde, ya que sufrió un accidente en el que se estrelló contra un árbol y falleció.

Chitty IV

Mientras ese fatídico accidente terminó con al vida del conde Louis Zborowski, en Canterbury se estaba trabajando en el desarrollo del Chitty IV, el coche más grande y potente ideado por Zborowsky.

Chitty IV Babs Record 2

Nunca llegó a conducir aquel coche, conocido como Higham Special. Aquel espectacular coche llevaba un motor V12 Liberty de 27 litros que dicen llegaba a desarrollar 450 CV.

Con semejante cilindrada, está documentado que es el coche con mayor cubicaje de cuantos han corrido en la famosa pista de Brooklands. Tras la muerte de Zborowski lo compró J. G. Parry-Thomas por 125 libras.

Chitty IV Babs

Fue el quien lo rebautizó como Babs, nombre que todavía mantiene hoy en día y que luce sobre el espectacular morro en las múltiples citas en las que participa cada año, como el Goodwood Festival of Speed. Parry-Thomas le instaló cuatro carburadores Zenith y cambió el diseño de los pistones.

El coche corría mucho, y el 4​ de abril de 1926, Parry-Thomas consiguió establecer un nuevo récord de velocidad en tierra al alcanzar 273,6 km/h. Pero un año más tarde, Parry-Thomas encontró la muerte en ese mismo coche cuando intentaba superar el récord anterior.

Chitty IV Babs Record

El accidente, muy sonado en la época llevó a que el coche fuese enterrado en las dunas de Pendine Sands (Gales). Años más tarde, fue recuperado y restaurado hasta su estado actual.

Estos fueron los coches de los que más se hablaba a comienzos de los años 20 en Reino Unido, y años más tarde

Un homenaje a Chitty Chitty Bang Bang en el National Motor Museum, Beaulieu

El National Motor Museum, Beaulieu, situado en Hampshire (Reino Unido) alberga desde el pasado 20 de octubre de 2018 y hasta el 3 de noviembre de 2019 una exposición en honor a los 50 años del estreno de la película Chitty Chitty Bang Bang.

Esta película protagonizada por el famoso coche volador inspirado en los coches "Chitty" del conde Louis Zborowski, demuestra que fue un precursor para la época que no solo deslumbró al mundo con sus espectaculares y rapidísimos coches en los años 20, sino que también dio lugar a una de las primeras películas de la historia en el que un coche, era el protagonista principal.

La historia del Toyota Supra es todo un ejemplo de la filosofía nipona Kaizen

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La historia del Toyota Supra es todo un ejemplo de la filosofía nipona Kaizen

Hay pocos coches en la historia reciente del automóvil que tienen su legión de fans. El Toyota Supra es uno de ellos. Y es algo especialmente destacable cuando se habla de un coche que comenzó siendo una versión más del Toyota Celica. Digamos que empezó abajo en el escalón de los deportivos y fue subiendo peldaños hasta ser un modelo propio y un modelo de culto, por una serie de razones. He aquí un condensado de su historia, ahora que se acaba de presentar la nueva generación, la A90, o Toyota GR Supra de su nombre oficial.

El Toyota Supra tiene en la actualidad un estatus un poco de culto. Es para Toyota el equivalente del GT-R para Nissan. Es decir, el coche alcanzó un estatus muy especial en occidente por razones a veces muy alejadas de la competición, aunque eso no debe oscurecer los méritos y cualidades del coche.

Toyota Supra fan

El Toyota Supra de cuarta generación, el JZA80, compitió en el campeonato de turismo nipón, el JGTC, desde 1995 en la categoría reina GT500. Se hizo con el campeonato en 1997, 2001, 2002 y 2005. Y aunque inicialmente, el coche corría con un 4 cilindros turbo de 2.1 litros, el 4T-GTE, a principio de la década de los 2.000 se optó por el V8 tipo 3UZ-FE de los Lexus SC430 debidamente preparado para la competición.

Fuera de Japón, el Toyota Supra JZA80 ha hecho un papel correcto en las 24 Horas de Le Mans de 1995 de la mano del equipo ADRS terminando décimo cuarto absoluto. No está nada mal para lo que era básicamente el mismo coche que corría en el JGTC.

Toyota Tom S Supra Gt500

Y sin embargo, la mayoría de fans recuerda el Supra A80 por el motor 2JZ-GTE, un 6 cilindros en línea biturbo de 3.0 litros y 330 CV (aunque en Japón el motor no superaba los 280 CV, al menos sobre el papel). La velocidad máxima de 250 km/h era autolimitada y el 0 a 100 km/h lo cubría en 5 segundos. Y es que el coche era pesado para la época: 1.630 kg.

La realidad es que toda la fama del Supra le viene de su motor. O mejor dicho de las preparaciones que se efectuaron con ese bloque como base. Su 6 cilindros en línea biturbo 2JZ-GTE y cambio manual de seis marchas Getrag se prestaba sin quejarse a toda clase de preparaciones. Era la base ideal para que todos los tuners del planeta tuviesen la posibilidad de sacar potencias descomunales del motor.

Toyota Supra Blitz Toyota Supra preparado por Blitz en 1997 que rodó en el Nürburgring en 7'49''40.

Desde HKS hasta Blitz pasando por Smokey Nagata (que vendía hace poco uno de sus Supra) y cualquiera que se atreviese a reforzar las piezas móviles del bloque antes de aumentar la presión de soplado de los turbos o simplemente instalar turbos del tamaño de una calabaza.

Los tuners nipones eran capaces de extraer de ese motor hasta 700 CV sin necesidad de tocar el bloque motor. Y con preparaciones muchas extensas se podían sacar entre 800 y 1.000 CV (aunque muchas veces era con gasolina con un índice de octanaje de 100).

Veilside Toyota Supra Toyota Supra con kit carrocería VeilSide: el sueño de todo adolescente hace 20 años

Las proezas de Top Secret en el Reino Unido en su conquista de récords de velocidad en carretera así como el legendario Toyota Supra con los colores de Castrol en Gran Turismo -el coche con el que era tan fácil ganarlo todo- hicieron el resto. El momento de reconocimiento absoluto le llegó con la primera entrega de Fast & Furious -un retrato bastante fiel de lo que era la escena tuning al sur de California entre finales de los 90 y principios de los 2000-.

Toyota Supra The Fast And The Furious ¿De verdad hace falta una presentación?

Entonces sí, el Supra es más famoso por las proezas y su versatilidad en el campo de las preparaciones, pero nunca dejó de ser un excelente deportivo. Y sobre todo el Toyota Supra es uno de los modelos que representa a la perfección la filosofía de Toyota y el método kaizen (la mejora continua) que todas las empresas japonesas aplican.

Toyota Supra MkIV motor

Porque, seamos honestos, salvo el Supra MkIV A80 de 1993-1999, nadie se acuerda realmente de los otros Supra. El coche tuvo que ir mejorando y evolucionando hasta ser un rival de los Porsche, como lo fue el A80. Y es que, el Supra, originalmente no era más que el acabado “sport” del Toyota Celica.

Toyota Celica Supra. 1979

Toyota Celica Supra

En 1979, Toyota presenta una versión más potente y agresiva del Celica, el Celica Supra (MkI). El coche es más largo que el Celica que toma por base (batalla alargada), algo más ancho y sobre todo más potente. Su 6 cilindros en línea de 2.6 litros entrega la friolera de 110 CV. Éste iba asociado a un cambio manual de cinco marchas o un automático de cuatro. Por cierto, fue el primer motor de serie de Toyota en equipar la inyección electrónica. Las suspensiones independientes y discos de freno a las cuatro ruedas formaban parte de su equipamiento.

Toyota Celica Supra. 1982

Toyota Celica Supra

Tras un incremento de la cilindrada en 1981 a 2.8 litros para 116 CV en el MkI, el Toyota Celica Supra MkII llega al mercado en 1982. Se trata de un modelo totalmente nuevo y anuncia la llegada de un lenguaje estético marcado por los ángulos rectos tan en boga en los años 80. El coche es más grande que su predecesor, pero la batalla es más corta para ganar en agilidad. El 6 cilindros recibe una culata de doble árbol de levas en cabeza y la potencia culmina en 145 CV.

Toyota Supra. 1986

Toyota Supra Turbo MkIII

En los años 80, las fabricantes nipones renuevan cada cuatro años sus gamas. Y el nuevo Supra -el MkII- llega en 1986. Esta vez se trata de un modelo con nombre propio en la gama, separado del Celica. Su 6 cilindros de 3.0 litros con culata de 4 válvulas por cilindro eroga 200 CV. En 1983, el Supra de tercera generación (MkIII) cuenta con una variante turbo que entrega 230 CV. Es una versión rápida, pero más burguesa que deportiva, es un auténtico gran turismo para viajar rápido y lejos con estilo y sin cansarse.

Toyota Supra. 1993

Toyota Supra Turbo MkIV

En 1993 llega el coche que creó el mito, el Supra (MkIV) A80. La cuarta generación de Supra llegó con aspiraciones de superdeportivo. Viendo la sacudida a la industria premium alemana y sobre todo italiana (¡Adiós Ferrari 348!) que dio Honda con el NSX en 1990 -con el consiguiente éxito de ventas en Estados Unidos-, en Toyota pensaron que ellos también querían una parte de ese pastel.

Toyota Supra MkIV

El Supra MkIV estrena un diseño compuesto por curvas, es la era del biodesign, y caracterizado por su imponente alerón trasero. El coche es más pequeño, más bajo y más ancho que el MkIII. Su 6 cilindros en línea eroga 220 CV, mientras que la variante biturbo entrega 330 CV. En su día, fue el Toyota más potente jamás fabricado. Con un 0 a 100 km/h en 5 segundos, incluso hoy en día sigue siendo considerado un coche rápido.

Sin embargo, el Supra nunca tuvo el éxito de ventas que Toyota esperaba. Un Yen fuerte hizo que el precio subiese a los niveles de Porsche. Y en Europa, a ese nivel casi nadie quería un coche nipón. En 2002, Toyota dejó de fabricar el Supra. Desde abril de 1978 hasta julio de 2002 se fabricaron un total de 593.337 unidades del Supra.


Comprar sin bajar del coche: la historia del drive-thru, que nació en la Ruta 66

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Comprar sin bajar del coche: la historia del drive-thru, que nació en la Ruta 66

Lo de comer, hacer la compra o las gestiones en el banco e incluso ir a misa sin bajarse del coche es algo eminentemente estadounidense. Los drive-thru son tan simbólicos de ese país, como lo son la Estatua de la Libertad o el Golden Gate Bridge. En Europa, más allá de las grandes cadenas de comida rápida no es un sistema que haya cuajado realmente, aunque sí ha dado lugar a nuevas formas de negocio y tuvo cierto impacto en nuestras vidas sin que nos diésemos cuenta. Esta es la historia de los drive-thru.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la historia de amor en los Estados Unidos y el automóvil se consolidó. Las ciudades que crecían, especialmente en las vastos estados del oeste, daban prioridad al automóvil en sus planos urbanísticos. Todo se diseñaba y planificaba pensando en el automóvil.

Sin el Drive-in no tendríamos drive-thru

Drive In

El automóvil era para los estadounidenses algo tan genuinamente propio que empezaron a florecer los drive-in. El coche era el símbolo del triunfo de la clase media, una muestra del estatus social de quien poseía un automóvil por la libertad de movimiento que le brindaba.

Todos tenemos en mente la imagen del auto-cine, pero se dice que fue en los restaurantes de carretera que surgió la idea de llegar con el coche y comer en el coche. De hecho, en 1921 la cadena de restaurantes tejana “Pig Stand” abrió su primer drive-in en la carretera que unía Dallas a Fort Worth.

Las camareras (sí, casi que solo contrataban a mujeres ya que el automóvil era visto como una expresión de la masculinidad) tomaban nota a los ocupantes de los coches que llegaban y estacionaban y les servían los pedidos en bandejas que se enganchaban en las lunas laterales.

drive in

En los años 50, la necesidad de no hacer esperar al cliente propició que las camareras desempeñasen su trabajo yendo y viniendo de los coches a toda mecha sobre patines. Para entonces, muchos de los restaurantes de tipo drive-in ya tenían sistemas de interfonos para que los clientes se pudieran comunicar con las camareras. Sin bajarse del coche, claro está.

En 1964, habías más de 24.500 restaurantes de tipo drive-in en Estados Unidos. El drive-in se convirtió en “una expresión más de la cultura estadounidense, uniendo conceptos que siempre nos gustaron: la velocidad, la eficiencia y, en ocasiones, la pereza”, como bien resume Nate Barksdale, de History. Y de hecho, son un símbolo de los años 50 y 60, como hemos visto en el cine ('Grease', 'American Grafitti') y la televisión ('Happy Days').

Happy Days Arnold's, el drive-in de la derie 'Happy Days'

El siguiente paso natural para los restaurantes de comida rápida situados cerca de una carretera era el concepto de los drive-through. Cadenas de restaurantes como In-n-Out, Jack-in-the-Box, Wendy’s o Wienerschnitzel tenían drive-through en los años 50 y 60. Curiosamente y en contra de la idea que tenemos, McDonald's no adoptó hasta mediados de los años 70 el drive-throug. El cual por cierto era una idea que surgió originalmente de la banca en los años 30.

Los inicios de los primeros drive-through

En la década de 1930, una sucursal de la Grand National Bank of St. Louis, Missouri, fue el primer negocio que incorporó unas ventanillas de atención a la clientela sin que ésta tuviese que bajarse del coche. En esa época solo se permitían hacer ingresos en la cuenta. La idea es que la gente no perdiese tiempo aparcando y bajándose del coche para entrar y esperar en la cola para hacer un ingreso. En esa época no había interfono, el automovilista y el empleado de banca hablan de viva voz.

Primeros Drive Thru Banco En los años 30, en Missouri, se acudía al banco sin bajarse del coche. Había nacido el drive-trough.

Después de la Segunda Guerra Mundial, un joven Sheldon "Red" Chaney (1916-1997) llegó a Springfield, Missouri. Red (porque era pelirrojo; “red-headed”, en inglés) compró con su esposa una pequeña gasolinera que poseía unos garajes individuales para coches en la parte de atrás (lo que había sido un taller). Pronto añadieron un café al negocio en 1947.

Viendo que la restauración les daba más beneficios que vender gasolina, pronto decidieron abrir un restaurante y la gasolinera se convirtió en el Red's Giant Hamburg. Además, como poseían unas cuantas cabezas de ganado, se especializaron en las hamburguesas. De hecho, hasta su cierre en diciembre de 1984, el Red's Giant Hamburg sirvió carne de su propia producción.

Red S Giant Hamburg El Red's Giant Hamburg en los años 50.

Y como Red había visto en Saint Louis bancos con drive-through -quizá incluso fuera cliente y los había utilizado-, aplicó la idea a su restaurante. Al fin y al cabo, la estructura ya la tenía montada: no dejaba de ser una antigua gasolinera y se podía pasar pegado a las ventanas del restaurante con el coche para pedir una hamburguesa.

Además, estaba en la Ruta 66, donde millones de automovilistas pasaban cada año camino de California o de vuelta hacia la Costa Este. Por aquel entonces, la Ruta 66 era la única carretera que unía la región de los grandes lagos -Chicago- con el Pacífico -Los Angeles-; el negocio estaba asegurado. Muchos de esos automovilistas no querían perder tiempo y podían así pedir desde el coche y emprender de nuevo camino. Había nacido el primer restaurante con drive-through

In-n-Out o el drive-thru tal y como lo conocemos hoy

Red's Giant Hamburg fue el primero en instalar un drive-trough en un restaurante, en 1947. Pero la idea la perfeccionaría en 1948 un restaurante en Baldwin Park, California, llamado In-nOut que nació con el concepto del drive-through como elemento diferenciador. Bueno, lo de restaurante es un poco exagerado. Se trataba más bien de un chiringuito de poco más de 9 m² en la que cinco cocineros preparaban hamburguesas y patatas fritas para llevar.

In N Out Burguer

Una calzada circular permitía a los coches acceder al chiringuito desde la calle atraídos por un cartel que les prometía que no tendrían que esperar: “No Delay”. El nombre del restaurante también era muy explicito: “In-n-Out”. Entras y sales con tu comida sin esperar y sin bajarte del coche.

Y aunque quisieras, tampoco podías bajarte del coche, pues no había ni parking ni tampoco donde sentarte. Los 9 m2 del chiringuito eran ya incluso pequeños para una cocina. Y que la mesa con bancos de merenderos que hay en la foto no te engañen, son una añadido para la réplica. En el restaurante original no estaban.

In N Out Feature Réplica del In-n-Out original.

Muchos consideran a In-n-Out como el inventor de los drive-thru (la ortografía fue cambiando con el tiempo, al menos en el caso de los restaurantes de comida rápida, impulsados por el marketing de In-n-Out). Sin embargo, Harry Snyder y Esther Snyder, los fundadores de In-n-Out, se limitaron a perfeccionar el sistema de Red's Big Hamburg al instalar un interfono para que el cliente pudiesen hacer su pedido, mientras atendían al coche o coches que había delante.

Los Snyder Fundadores De In N Out Harry Snyder y Esther Snyder, los fundadores de In-n-Out.

In-n-Out, que cuenta en la actualidad con más de 340 restaurantes repartidos entre California, Arizona, Nevada, Texas, Utah, y Oregon, ha visto como su concepto era imitado por casi todas las grandes cadenas de comida rápida.

In N Out

Hoy en día, el sistema de cualquier drive-thru no ha cambiado con respecto al de In-n-Out y solo se han introducido matices en cuestiones de marketing. El pedido se hace vía un interfono sin bajar del coche y el menú está al lado del interfono para que puedes saber qué pedir. Esto no ha cambiado.

Lo que sí ha cambiado es la manera de vender la comida. Ahora, en lugar de una lista, el menú son fotos. Y las fotos de los combos tipo hamburguesa, patatas y soda por X euros están en el centro del panel, para que los veas mejor.

Drive Thru Intercom And Menus

En caso de mucha afluencia, un empleado irá repartiendo flyers con el menú (también en fotos, claro) para que ya sepamos qué pedir al llegar al interfono. Hoy en día hasta la manera de ofrecer un suplemnto o una bebida está estudiada. Normalmente, no nos deberían preguntar si queremos una bebida o un postre con nuestra hamburguesa, sino qué vamos a tomar además.

Bancos, farmacias, buzones de correos y hasta oficios religiosos sin bajarse del coche

Bnb Drive Through Drive Through de una sucursal del Banco Nacional de Bolivia.

Si bien el concepto de drive-thru se asocia principalmente a los locales de fast-foods, otros negocios o servicios han aprovechado esa idea para que sus clientes no tengan que bajar de sus coches y así ofrecerles un servicio más rápido.

Los bancos han sido precursores de los drive-thru, especialmente en un país en el que las transacciones con importantes sumas de dinero son todavía legales y en el que la gente todavía usa cheques en el día a día. A día de hoy, en plena era digital, los bancos con ventanillas drive-thru son todavía muy comunes en Estados Unidos. Incluso han hecho una incursión con relativo éxito en Francia, Alemania. Y se habló de intentarlo en el Reino Unido. También ha tenido cierta aceptación en algunos países de Sudamérica.

Drive Thru Farmacia

El otro gran sector del comercio en Estados Unidos que adoptó el concepto del drive-thru ha sido el de las farmacias. Aquí todo empezó con Gary P. Clinton cuando instaló su farmacia en 1971, en Norman (Oklahoma). Compró una antigua sucursal de banco, la cual tenía una ventanilla para el drive-thru. Pero como la farmacia no disponía de parking, pensó en utilizar el drive-thru existente para que los clientes no tuviesen que buscar un sitio donde aparcar para ir a la farmacia.

En 1991,Walgreens (una cadena de farmacias fundada en Chicago en 1901) abre su primera farmacia con drive-thru. Hoy en día se ha convertido en algo común en Estados Unidos. En Europa, existen algunas farmacias que disponen de un servicio similar y que suele estar en marcha cuando la farmacia está de guardia. En España hay una en Sitges, por ejemplo.

Starbucks And Bank Of America Drive Through Supercombo de drive-thru: banco y café juntos. Con una ventanilla de farmacia justo al lado tendríamos el megacombo.

De manera puntual, en Estados Unidos han ido surgiendo toda clase de negocios y servicios que disponen de un drive-thru, como los buzones del servicio postal federal para depositar cartas hasta oficios religiosos pasando por una tienda para adultos o una exposición de arte. Ya sea por una cuestión de rapidez o de pereza, la cuestión es no bajarse del coche.

La influencia en la concepción de los coches

Plymouth Voyager Plymouth Voyager, considerado el primer coche en incorporar portavasos de serie.

Esa costumbre de comer en los coches hizo que, además de convertir el volante de un coche en una colonia de bacterias los coches tuviesen portavasos. En los años 60, algunos modelos empezaron a incorporar posavasos en las guanteras, como el Ford Falcon Futura. Pero solo eran posavasos ideados para los drive-in, no aguantaba el vaso de soda en posición si el coche se movía.

Entro los años 60 y 80, los portavasos eran un accesorio más que la gente compraba para su coche. Y no fue hasta el Plymouth Voyager/Dodge Caravan (Chrysler Voyager en Europa) de 1983 que los portavasos tal y como los conocemos hoy fueron incorporados a un automóvil. El Voyager, además de inventar el segmento de los monovolúmenes, casi al mismo tiempo que el Renault Espace, también “inventó” los portavasos actuales.

Al principio solo los modelos estadounidenses disponían de ese pequeño artilugio. En Europa seguían siendo una rareza salvo para los modelos que se vendían también en Estados Unidos, como los modelos premium alemanes. Pero con la globalización de las ideas y de los modelos, los fabricantes fueron progresivamente incluyendo portavasos en el equipamiento de sus coches.

Desde Lotus que se vio forzado por el mercado a incorporar uno cuando quiso vender el Elise en Estados Unidos hasta el nuevo Subaru Ascent de 8 plazas que ofrece 19 portavasos en su interior, casi todos los coches en la actualidad equipan este artilugio.

Los drive-thru en Europa

El drive-thru es en Europa esencialmente cosa de las cadenas de comida rápida. Aunque en algunos países, como Francia y Alemania, algunos bancos ofrecieron ese servicio en unas pocas sucursales para operaciones de banca vía un cajero automático.

Auto Cine Race Madrid El autocine RACE, Madrid.

Estos sistemas permitían únicamente operaciones básicas, como ingresar dinero en efectivo, cheques (en Francia el cheque sigue siendo un método de pago en boga) o retirar fondos. Sin embargo, con el auge del comercio electrónico, estos servicios bancarios en coche desaparecieron rápidamente.

Sin embargo el concepto de drive-in, más allá de algunos pocos auto-cines, como el del RACE en Madrid, sí ha calado en la gran distribución. Grandes cadenas de supermercados ofrecen un servicio de drive-in para quien haga la compra online.

Drive In Leclerc En Francia

La idea es que cuando llegue al supermercado, en un área designada del parking (ya sea del propio supermercado o del centro comercial en el que se ubique), el cliente simplemente ha de parar en una de esas plazas reservadas y un empleado del supermercado pondrá la compra en el maletero del coche.

Auchan/Alcampo, Carrefour, Leclerc, Tesco o Rewe son algunos de los supermercados europeos que proponen este servicio. Algunos, aprovechan ese servicio de drive-in para combinarlo con la distribución de combustible o puntos de carga para coches eléctricos. Llenas el depósito, a un precio inferior al de las petroleras, mientras te llenan el maletero con la compra.

Contra todo y contra todos: así nació y triunfó el coche que nadie iba a comprar, el Mazda MX-5

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Contra todo y contra todos: así nació y triunfó el coche que nadie iba a comprar, el Mazda MX-5

El Mazda MX-5, también conocido como Mazda Miata, es un modelo con un sitio especial en el mercado del automóvil. Llegó en un momento en el que nadie creía que un pequeño descapotable biplaza, ligero con un motor de poco más de 110 CV tuviese hueco en el mercado. “Es muy pequeño”, “le falta potencia”, “no es práctico” y “no hay mercado para esto” pensaron muchos directivos en Mazda.

Sin embargo, resultó ser el roadster más vendido de todos los tiempos (más de un millón de unidades del pequeño biplaza en todo el mundo, de los cuales 350.000 en Europa). Mazda reconoce abiertamente que la fuente de inspiración del modelo fue el Lotus Elan de los años 60. Lo que no suele contar es cómo se les ocurrió lanzar al mercado un coche en un segmento que prácticamente había desaparecido. Esta es la historia de su creación.

El Mazda MX-5 se lo debemos principalmente a la tenacidad y la visión creativa de dos hombres, el periodista Bob Hall y el ingeniero Toshihiko Hirai. El primero luchó por la idea convenciendo a Mazda que un roadster era una buena inversión, mientras que el segundo dio vida a esas ideas, a pesar de que nadie en Mazda creía realmente en el MX-5.

Pasión por los roadsters ingleses y por Japón

Bob Hall Mx5 No es una cuestión de 0 a 100 ni de consumo, "es una cuestión de sonrisas por galón", explica Bob Hall al hablar del concepto del Mazda MX-5.

Bob Hall y su hermano Jim nacieron en 1953 y crecieron en el soleado sur de California. Su padre sirvió en al Segunda Guerra Mundial a bordo de bombarderos B-25 cuya base de operaciones estaba en el Reino Unido. Allí, descubrió los roadsters ingleses, ligeros y rápidos. Y esa pasión la llevó con él de vuelta a Estados Unidos.

Los MG, Triumph y Austin-Healey que en un momento u otro el padre tuvo de vuelta en California dejaron fascinados a sus hijos. Y más aún cuando éstos aprendieron a conducir al volante de estos roadsters. Mientras sus amigos jugaban al béisbol, ellos ya conducían un Triumph. Sin duda el gusto por los pequeños descapotables deportivos le viene de ahí.

Miata Clay With Spitfire And Mg La inspiración del Mazda MX-5 siempre fueron los roadsters ingleses. Modificando una maqueta en arcilla del futuro MX-5 con un Triumph Spitfire y un MG de fondo como referencias.

Después del instituto, Bob Hall tuvo la oportunidad de pasar seis semanas en Japón en un intercambio de estudiantes. Este viaje jugaría un papel importante en la creación del MX-5. La cultura japonesa le impactó tanto que quiso aprender japonés. Y lo hizo, leyendo mangas con un diccionario al lado y mirando películas en japonés. Un proceso largo y complicado. Hall volvería a a menudo a Japón para perfeccionar el idioma e impregnarse de cultura nipona.

El interés de Bob Hall por los coches y Japón es tal que mientras estudia en la universidad convence al director de 'Motor Trend' que sabe más de coches japoneses que cualquiera de sus redactores y lo demuestra entregando un artículo no solicitado. Es de tal relevancia que consigue un puesto de redactor con tan solo 20 años, en 1973. En esa época, los coches japoneses han ganado popularidad y ya no son una anécdota en el mercado. De hecho, en 1975, Toyota sería la primera marca extranjera en ventas en Estados Unidos.

Mazda Miata

Al ser un experto en el automóvil nipón, Hall viajaba a menudo a Japón. Realizando un reportaje para Motor Trend, Bob Hall entrevista a Kenichi Yamamoto (artífice del motor rotativo en Mazda), entonces director de I+D y program manager en Mazda. El hablar japonés le abrió muchas puertas y entabló amistad con Yamamoto-san.

Deberíais hacer un deportivo ligero y asequible

Kenichi Yamamoto Kenichi Yamamoto (Foto Mazda).

En 1978, en una reunión, Yamamoto-san le pregunta qué coche según él debería hacer Mazda en un futuro. Hall no necesitaba más para exponerle su idea. “Puse la directa”, recuerda Hall al contar esta historia en Hagerty. Si bien el Mazda RX-7 de 1978 era un auténtico deportivo, los roadsters divertidos y ligeros a la inglesa desaparecían. Hall quería utilizar la mecánica del Mazda 323, entonces de tracción trasera, para crear un roadster a la inglesa, un deportivo ligero, un “Light Weight Sportscar”, o LWS como se conocería el proyecto.

Hall tenía en mente un biplaza más asequible que el RX-7 (el cual era un Porsche 924 a la japonesa) capaz de llenar el hueco en el mercado que las marcas inglesas e italianas abandonaban poco a poco. Yamamoto-san lo miró impasible. Y la conversación siguió su curso con otros temas. No es el tipo de consejos que los responsables de una marca escuchen, sobre todo por parte de un periodista.

Mazda Rx 7 1987 El Mazda RX-7 de primera generación iba a dejar paso a un modelo más grande, pesado, potente y lujoso. Dejaba sin saberlo un hueco ideal en la gama para el proyecto del MX-5.

En 1981, Hall se une a Mazda pensando que integraría el departamento de prensa y relaciones públicas. Pero no, la firma nipona lo quería en el centro de diseño y de I+D que la marca posee en California, en calidad de planificador de producto (product planner). Allí trabajaría en el desarrollo y diseño del pick-up de la serie B.

En una visita al centro de diseño de California, Yamamoto-san se acerca a hablar con Bob Hall. Y le pregunta sobre qué está trabajando. “Estoy con el pick-up de la Serie B”, le dice. Para su sorpresa, Yamamoto-san le contesta: “deberías trabajar sobre el proyecto de deportivo ligero”. Hall se había olvidado por completo de esa idea.

Kenichi Yamamoto autoriza el desarrollo del MX-5...fuera de las horas de trabajo

Los superiores directos de Hall se vieron obligados a dejar que éste trabajase en el desarrollo del pequeño deportivo todo lo que quisiera...antes de las 8h30 de la mañana y después de las 17h30. Y al día siguiente estaba en el centro de I+D a las 6h00 de la mañana, explica en este vídeo.

Mazda Mx 5 Coupe Prototype 1 Una de las propuestas era la de un biplaza de motor central y tracción trasera.Fue la propuesta del estudio de Mazda en Tokio.
Mazda Mx 5 Coupe Prototype 4 La segunda propuesta era la de un cupé con motor delantero y tracción delantera y fue presentada por el estudio de Hiroshima.

En 1982, tenía un espeso informe de cómo debía ser el coche. De este modo, al leer el concepto entendías el coche, no había interpretación posible. Proponía además usar el mayor número de componentes posibles de la gama ya existente (motores, cambios, eje trasero, etc) para reducir los costes.

Al principio no fue fácil que en Mazda aceptasen el proyecto. Recuerda Hall que le preguntaron qué volumen representaba en Estados Unidos el mercado en el que quería entrar. “2.000 coches al año”. Y es que solo estaban presentes el Fiat 124 Spider y el Alfa Romeo Spider, dos modelos que ya tenían sus años y estaban más cerca de desaparecer que de subir en ventas.

Mazda Mx 5 Coupe Prototype 3 La propuesta del estudio californiano era la de una arquitectura de motor delantero y tracción trasera.Al principio no convenció.
Mazda Mx 5 Prototype 10 No convenció...hasta que el equipo de Hall retiró el hard-top revelando un roadster. Yoichi Sato, director del estudio de Tokyo y responsable de la maqueta de motor central, se levantó, señaló la maqueta californiana y dijo: "¡Fabriquen ese!"

Sin embargo, con la segunda generación del Mazda RX-7 que iba a subir en gama y de precio, acercándose un poco más al territorio de Porsche, Hall y su equipo les convencieron que el deportivo ligero sería una manera de llevar la clientela al RX-7, es decir, llenar el hueco que dejaría el RX-7 de primera generación más asequible y que ese público tuviese un modelo deportivo con el que aspirar a un RX-7 más adelante en su vida.

Con esa idea y la primera maqueta es suficiente para que en 1983 Mazda dé su aprobación para el desarrollo inicial de este proyecto, sin saber si realmente lo fabricará o no. Pero finalmente, en 1985 Yamamoto-san es promovido al puesto de presidente de Mazda. Y éste recomienda al consejo de administración la fabricación de un pequeño y ligero deportivo.

Miata 1st Gen Design Development 13 Dos maquetas de desarrollo del MX-5 junto a un Triumph Spitfire (1962-1980).

Tenían luz verde para el proyecto LWS. Y al frente del proyecto, Mazda puso a Toshihiko Hirai-san, responsable entre otros proyectos del Mazda AZ-1. Hirai-san es también el instigador del famoso Jinba-Ittai.

Para Hirai-san, que había entendido a la perfección el concepto, no quedaba otra que realizar un coche en el que las sensaciones fueran lo primero, que el coche diera satisfacción al cliente mediante las sensaciones. No fue pensado para destrozar cronos y ser el más rápido, sino para ser el más divertido.

Con el MX-5 la marca adopta el concepto de Jinba-Ittai

Mazda Mx 5

Y eso se obtendría emulando el arte tradicional del Yabusame, donde el jinete dispara una flecha desde un caballo en movimiento. Para dar en el blanco, jinete y caballo han de formar un solo ente, entenderse a la perfección. Y es algo que, como hemos visto, a lo largo de sus cuatro generaciones, Hirai-san, su equipo y los que le han sustituido con el tiempo han logrado.

Como la idea del LWS venía del centro técnico de Mazda de California, nadie en la compañía quería ayudarle en ese proyecto, salvo la propia gente del centro técnico. Sin embargo, no tenían experiencia en diseñar un coche de cara a la producción. La especialidad del centro técnico son los prototipos y el I+D, del desarrollo completo de un coche y de su industrialización se suelen encargan otros departamentos.

Aun así, el centro técnico le asigna un joven ingeniero, Hideaki Tanaka-san, para ayudarle. Y como no tenía ayuda de ningún otro departamento de Mazda, tampoco tenía personal suficiente para el diseño básico del MX-5. ¿La solución? Recurrir al diseño asistido por ordenador (CAD de sus siglas en inglés). Y así es como el Mazda MX-5 fue el primer modelo de Mazda realizado gracias al diseño asistido por ordenador.

Miata 1989 Celebration At Us Rd 1 Bob Hall, el segundo a la derecha del coche y cerca de la antena, frente al Mazda MX-5 en el centro de I+D de Mazda en California (1989).

Desde Japón, el estudio de Tokio y el de Hiroshima proponen cada uno una arquitectura diferente. En Hiroshima proponen un modelo con motor delantero y tracción delantera, mientras que en Tokio optan por una arquitectura de motor central trasero y tracción trasera. El centro de I+D de California con Bob Hall al frente insiste que ha de ser motor delantero y tracción trasera.

El diseño exterior inicial de Mark Jordan le daba un aire de mini Ferrari, mientras que la propuesta de Masao Yagi se inspiraba en el Lotus Elan. Mientras tanto, el estudio de prototipaje y diseño IAD realizó una mula con el motor del Mazda 323 y el eje trasero del RX-7.

Mazda Miata Prototype

Al final, solo unos pocos elementos del MX-5/Miata fueron heredados de otros modelos de la marca. El chasis, por ejemplo, disponía de suspensiones con brazo de control independiente delante y detrás (por primera vez en un Mazda). El motor era un 4 cilindros de 1.6 litros 16 válvulas de tan solo 115 CV, pero eran suficientes para mover los 975 kg del modelo original y sacar casi instantáneamente una sonrisa a su conductor. Y es algo que después de cuatro generaciones y 30 años en el mercado, sigue haciendo.

La apasionante historia del Golden Sahara II, el 'coche autónomo' de 1958 que ha vuelto a la vida con Goodyear

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La apasionante historia del Golden Sahara II, el 'coche autónomo' de 1958 que ha vuelto a la vida con Goodyear

La historia del Golden Sahara II, uno de los primeros prototipos de coche autónomo, comienza en una carretera con niebla, en Sacramento (California). Allí, George Barris, padre de coches como el Batmóvil, conduce su flamante Lincoln Capri Hardtop de 1953 y de repente el motor de su coche revienta. Su amigo Dan Landon acude en su rescate, y remolca el Capri de forma precaria con su Chevrolet de 1949... hasta que el Capri se suelta y va a chocar contra un camión de heno, empotrandose contra él.

Como resultado de la colisión, el coche original pierde toda su parte superior, que queda destrozada, pero mantiene la parte inferior intacta. Barris lo mira y, cabreo aparte, decide que el coche se puede aprovechar, de manera que se lo lleva a su taller para restaurarlo y convertirlo en un icono de la automoción.

"El único problema era que olía a pescado"

George Barris

En su proyecto, Barris cuenta con el apoyo financiero de Jim Street. Juntos cambian la apariencia de lo que queda del Capri hasta dejarlo irreconocible, y le añaden una media capota transparente en forma de burbuja que confiere al coche un aspecto muy futurista.

Pero si hay un aspecto llamativo en el coche que están transformando, ese es el color de la pintura exterior. No se va a llamar Golden Sahara de forma gratuita. Entre los elementos que incorpora, se encuentra el oro de 24 quilates en sustitución de los habituales cromados de la época. Pero para darle un aspecto realmente sorprendente, hace falta una pintura que esté a la altura.

Barris explica que en aquella época estaba buscando tener una "perla dorada", algo imposible de obtener, así que un día, mientras se da una vuelta por el mercado del pescado, tiene una inspiración de origen absolutamente natural.

Golden Sahara Pescado Foto: David Hunter

Aquellas sardinas que están a la venta tienen un aspecto realmente dorado y perlado... Si les raspas las escamas y las metes en un frasco, y si esas escamas las mezclas con lacas para pintura de automóviles... Y si esa mezcla la fijas sobre una base blanca... "El único problema era que olía a pescado", recuerda Barris.

Eso es lo que sucede cuando uno mezcla pescado crudo con pintura para coches. No intenten hacerlo en sus casas. O sí, porque a George Barris le funcionó. Fue lo que el histórico diseñador de coches consideraba uno de sus primeros trabajos con pintura nacarada.

Un coche con control remoto de la aceleración y frenada autónoma... en 1958

Golden Sahara 20

Así fue como en 1954 nació el primer Golden Sahara, derivado de un Licoln Capri que había quedado destrozado. Y entre 1956 y 1958, George Barris, Jim Street y Bob Metz reformarían el aspecto del vehículo hasta conseguir el Golden Sahara II, un prototipo con características de coche autónomo con el que pasó a la historia del autómovil.

En esa segunda transformación, Metz tomó la iniciativa y cambió el parabrisas, el capó y el techo del vehículo, le añadió faros cuádruples y unas aletas posteriores, y le dio un nuevo baño de oro a los guardabarros, entre otras mejoras exteriores. Pero lo impresionante llegó de la mano de Jim Rote, que diseñó una serie de mejoras electrónicas que darían al Golden Sahara II un carácter único.

Entre las características que hacían del Golden Sahara II un coche autónomo, hasta cierto punto, estaban el control remoto de aceleración, frenado, arranque y parada del motor, y la apertura de puertas. El vehículo disponía asimismo de una palanca de control similar al timón de un avión, adicional al volante y a los pedales, y también (agárrate) contaba con frenado autónomo por medio de unas antenas situadas en el paragolpes delantero que actuaban a modo de sensores de proximidad.

Esto, en 1958.

Golden Sahara 25

Entre los detalles de equipamiento más modernos, el Golden Sahara II contaba también con televisor, radio y grabadora en el salpicadero, además de tener una nevera en la parte posterior.

Y, desde luego, cuatro de los puntos más singulares del Golden Sahara II se encontraban a ras de suelo. En las ruedas, en forma de neumáticos que, lejos de tener un anodino color negro, eran de llamativos colores anaranjados. A juego con el dorado perlado de la carrocería.

Los neumáticos del Golden Sahara II se desarrollaron utilizando Neothane, una forma translúcida de caucho sintético, y contenían iluminación interna. Esto formaba parte de una investigación más amplia que realizó Goodyear sobre la viabilidad de desarrollar neumáticos que ayudasen a mejorar la visibilidad en condiciones climáticas adversas, e incluso convirtieran al neumático en un dispositivo más de señalización.

Golden Sahara 30

En su época dorada, el Golden Sahara recorrió los Estados Unidos y fue toda una estrella mediática. Obtuvo un gran éxito en la feria Motorama, y enseguida fue llamado a participar en todo tipo de eventos. Entre 1954 y 1956, el primer Golden Sahara pasó de stand en stand gracias a las gestiones de Jim Street, que intentó así recuperar lo invertido en el coche: unos 25.000 dólares de la época.

En 2019 eso serían casi 234.000 dólares. O 207.000 euros, al cambio.

Así, no es de extrañar que tanto el Golden Sahara como el Golden Sahara II acudieran aquí y allá, llegando a protagonizar la comedia 'Cinderfella' (1960) junto a Jerry Lewis, Ed Winn y Judith Anderson, y apareciendo en el longevo concurso 'I've got a secret', en 1962.

Pasada la era del despampanante coche dorado, el Golden Sahara II desapareció de la esfera pública y quedó guardado durante casi 50 años, motivando todo tipo de rumores sobre su paradero. En realidad, Jim Street lo conservó en su garaje durante todo este tiempo.

Ahora, con ocasión del Salón de Ginebra, Goodyear ha presentado el Golden Sahara II restaurado. En el trabajo ha colaborado Speakeasy Customs and Classics, de Chicago, y monta de nuevo cuatro neumáticos traslúcidos que Goodyear ha fabricado de forma exclusiva para el insólito vehículo.

Golden Sahara 35

No sabemos si George Barris aprobaría los nuevos neumáticos desarrollados para el Golden Sahara II, pero no sería de extrañar. Aquel prototipo de coche autónomo se desarrolló como se hacían las cosas en la época dorada de los Estados Unidos: con ganas, con esfuerzo y sin demasiados reparos. Toda una lección de pasión por el automóvil que se resume en este vídeo facilitado por Goodyear.

El misterio sin resolver del Bugatti Type 57 Atlantic 'La Voiture Noire', inspiración para la bestia de Ginebra

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El misterio sin resolver del Bugatti Type 57 Atlantic 'La Voiture Noire', inspiración para la bestia de Ginebra

Aprovechando su 110 aniversario, la firma francesa Bugatti ha mostrado en el Salón de Ginebra una bestia one-off de 1.500 CV, con un precio de 11 millones de euros antes de impuestos y con un traje de gala en homenaje al mítico Bugatti Type 57 Atlantic 'La Voiture Noire' (el coche negro).

Y es que este nuevo Bugatti "La Voiture Noire", con unas cifras que quitan el hipo y presentado como el coche nuevo más caro del mundo, toma el nombre de uno de los automóviles más famosos de la historia, conocido precisamente por haber desaparecido de la faz de la tierra.

Este ejemplar en concreto del Atlantic es uno de los grandes misterios del mundo del automóvil que a día de hoy todavía no ha sido resuelto. ¿Te suena ? Te contamos la historia del Atlantic de color negro al que se le perdió el rastro hace décadas.

Bugatti Type 57 Atlantic
Bugatti Type 57 Atlantic

Uno de únicamente cuatro ejemplares

El Bugatti Type 57 SC Atlantic es sin duda uno de los coches más icónicos de la historia del automóvil y durante décadas ha ganado concursos de elegancia de todo tipo gracias a su diseño de la época Artdeco, creado por Jean Bugatti, hijo de Ettore Bugatti. Y se fabricaron sólo cuatro.

Todos ellos gozaron de una carrocería de aluminio y de la distintiva aleta dorsal remachada. Originalmente el modelo se llamó Aéro Coupé, pero tras la muerte del aviador Jean Mermoz (amigo de Jean) en un vuelo transatlántico, la denominación se cambió en su honor: Atlantic.

Solamente tres de los coches fabricados se conservan actualmente y, el cuarto, que es el ejemplar de color negro apodado 'La Voiture Noire' es el que nunca se recuperó. Con número de chasis 57453, se utilizó en salones y fue después el coche personal de Jean Bugatti, para después pasar a manos de un par de pilotos (Robert Benoist y Williams Grover-Williams) y ser devuelto a la fábrica en 1939.

Bugatti Type 57 Atlantic
Bugatti Type 57 Atlantic

Los rumores apuntan a que diversos ingenieros de Bugatti condujeron el coche entre 1939 y 1941, pero de manera oficial Bugatti asegura haberle perdido la pista al modelo en 1938 y el coche nunca estuvo registrado a nombre de ningún propietario. Los últimos rumores indican que se cambió el número de chasis a 57454 y se envió a Burdeos durante la guerra para garantizar su preservación.

Actualmente nada se sabe sobre el paradero de esta unidad en concreto del Type 57 SC Atlantic. Mucho se ha hablado sobre si pudo haber salido de Francia en barco antes de la invasión alemana (e incluso haber acabado en el fondo del mar tras un naufragio), si quizá fue destruido para evitar que cayera en manos enemigas o si podría seguir escondido en algún granero desconocido. De hecho, muchos coleccionistas siguen buscándolo por Europa.

Este misterio, aún vigente, podría no resolverse nunca, si bien los expertos ya cifran su valor en más de 100 millones de euros, si es que algún día se descubre su paradero y se consigue recuperar 'La Voiture Noire'.

El humilde origen de un mito. Así nació el Volkswagen Golf, que hoy cumple 45 años

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El humilde origen de un mito. Así nació el Volkswagen Golf, que hoy cumple 45 años

El 29 de marzo de 1974, el primer Volkswagen Golf de la historia salía de la fábrica de Wolfsburgo. Lo hacía en un momento convulso para la marca y tenía la difícil tarea de sustituir al Volkswagen Beetle, aka el coche del pueblo. En aquel momento, la marca ni se podía imaginar que acababa de concebir un mito automovilístico, que perduraría durante décadas sin parar de cosechar éxitos hasta el día de hoy.

Aquel primer Volkswagen Golf no fue el primer compacto de la historia moderna, pero sí supuso un antes y un después para este tipo de carrocería que, actualmente, sigue siendo una de las favoritas del mercado europeo sobreviviendo a vaivenes y modas.

La década de los 70 no comenzó precisamente bien para Volkswagen, sus ventas caían en picado y necesitaban renovarse, ya que su oferta estaba basada en modelos que habían quedado anticuados y que no eran precisamente baratos. Así, y tras cuatro décadas en el mercado, el fabricante alemán buscó un sustituto para el Beetle nacido en 1938.

El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)

Y lo hizo revolucionando completamente el concepto del Escarabajo en lo que toca a arquitectura, pasando de la mecánica y propulsión traseras, a la disposición frontal del motor y a la tracción delantera. Diseñado por Giorgetto Giugiaro, aquel primer Golf abría la puerta a un futuro esperanzador que no tardó en dar sus frutos: sólo dos años después de que aquella primera unidad saliera de la línea de montaje alcanzaba el millón de unidades vendidas.

Volkswagen asegura que desde el inicio de su producción hasta hoy, sin interrupción, cada 41 segundos un nuevo Golf es encargado a fábrica.

No sabía que iba a hacer historia, pero lo hizo

El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)

El Volkswagen Golf fue presentado en el Salón de Ginebra de 1974 a principios de marzo y, pocas semanas después comenzaba pues su producción. No obstante, su llegada a los concesionarios tuvo lugar en julio de aquel año y hubo que esperar hasta el 5 de agosto a que las primeras unidades comenzaran a entregarse.

Concebido en una carrocería de tipo monocasco y de líneas cuadradas y aristadas, medía 3,82 metros de largo, 1,61 de ancho y 1,41 de alto. Aquel Golf MK1 se lanzó al mercado en carrocerías de tres y cinco puertas, daba cabida a cinco ocupantes en su interior y contaba con un maletero de 300 litros de capacidad.

El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)
El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)

Su interior era parco y sencillo, con un tablero de instrumentación donde sólo encontrábamos un cuentakilómetros (carecía de cuentavueltas) y que integraba la radio y todos los mandos a disposición del conductor. Una pequeña guantera, un hueco portaobjetos bajo ella y un enorme cenicero, completaban el salpicadero.

El primer Golf de la historia, había nacido para ser esencialmente un coche funcional, disponiendo de bondades como la bancada trasera abatible. Y al mercado llegó en diferentes acabados el Golf básico, el Golf L y los Golf S y LS, siendo el primero más deportivo y el segundo más lujoso.

Con 35 millones de unidades comercializadas, el Volkswagen Gof es el coche más vendido de la historia de la marca.

Posteriormente llegarían nuevas carrocerías y versiones, como la descapotable, que desembarcaría en el mercado en 1980, o la variante GTI que ya ha pasado a la historia como las icónica del compacto. Ésta nacía dos años después, en 1976, y aunque fue concebida en una tirada de bajo volumen (5.000 unidades), cosechó un éxito que Volkswagen no podía ni imaginar: del Golf GTI de primera generación se acabaron vendiendo 662.00 unidades.

Comenzando a respirar con 50 y 70 CV

El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)

En lo que respecta a la mecánica, aquel Golf primigenio se lanzó asociado a dos motores, ambos de gasolina. El propulsor diésel, un 1.5 de 50 CV, no llegaría hasta un año después.

Ambos era bloques de cuatro cilindros refrigerados por agua, uno de 1.1 litros y 50 CV y otro de 1.5 litros y 70 CV, que representaba la opción más potente y que podía asociarse a los acabados S y LS.

Ambos se gestionaban con un cambio manual de cuatro velocidades, aunque el propulsor de 70 CV podía asociarse opcionalmente a una caja automática de tres velocidades. Su velocidad máxima se fijaba en 140 km/h, en el caso del propulsor de 50 CV y de 160 km/h en el de mayor entrega.

El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)
El primer Volkswagen Golf de la historia (1974)

En su eje delantero contaba con un suspensión de tipo McPherson, gracias a la cual hacía gala de una dinámica cómoda y estable para la época.

Volkswagen señala además que el Golf fue para la marca un sinónimo de progreso, e hizo que "la tecnología de seguridad fuera asequible para millones de personas", explica Ralf Brandstätter, Director de Operaciones de Volkswagen.

Y es que a lo largo de su historia, el Golf ofrecería un buen conjunto de soluciones técnicas como el ABS, el ESP, así como motores de inyección directa o propulsión turbo hasta llegar a sistemas actuales como los faros xenon y full LED, mecánicas híbridas y eléctricas o tecnologías de asistencia activa (detector de ángulo muerto, control de crucero, Park Pilot...).

Tras siete generaciones y con la octava a la vuelta de la esquina, este mito sobre ruedas ha ido evolucionando a sazón de la tecnología y las exigencias del mercado, pero la marca siempre ha intentando mantenerlo fiel a su esencia. ¡Larga vida al rey de los compactos!

Ruta a la búsqueda del olvidado Circuito de Vilafranca del Penedés al volante de un BMW M2 Competition

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Ruta a la búsqueda del olvidado Circuito de Vilafranca del Penedés al volante de un BMW M2 Competition

Siempre se ha dicho que en España no hay cultura del automóvil. Además, esta cultura estaría en vías de extinción, aunque personalmente considero que no todo está perdido. En la actualidad, eso no deja de ser cierto si nos comparamos con nuestros vecinos de Francia y Portugal. Del Reino Unido y Alemania, mejor no hablamos... Sin embargo, esto no siempre fue así. En los años 20 y 30, en España se celebraron carreras que reunían a miles de personas y que eran mucho más que un acontecimiento deportivo.

Una de esas carreras, considerada el embrión del automovilismo en España, y en especial de la F1, se celebró en el Circuito de Vilafranca del Penedés en los años 1921, 1922 y 1923. Como muchos circuitos de la época, el de Vilafranca no era un circuito permanente, sino que se hacía uniendo varias poblaciones cercanas. Hoy, vamos en su búsqueda al volante del BMW M2 Competition.

A muchos aficionados actuales les cuesta creer que el automovilismo en España es muy anterior a los años 60. Todos conocemos el circuito urbano de Montjuïc y el trazado del Jarama. Sin embargo, a principios del Siglo XX ya se celebraban competiciones de automóviles en nuestro país.

La primera carrera oficial de España fue el Gran Premio RACE de 1913, celebrado en el circuito de Guadarrama, que transcurría por la Sierra de Guadarrama entre las provincias de Madrid y Segovia. Y en los años 20, se asiste a un interés creciente por el automovilismo, pues España ya contaba con tres circuitos internacionales.

En el Circuito de Lasarte, en Lasarte-Oria (Guipúzcoa) y que no hay que confundir con el de La Sarthe, en Francia, dejaron de celebrarse competiciones para siempre al estallar la Guerra Civil. También hay que recordar el Autódromo de Terramar, el único circuito permanente de España y el tercero del mundo en 1923, tras los de Brooklands e Indianapolis, y el Circuito de Vilafranca del Penedés. En este último se celebraron competiciones de 1921 a 1923, todas ellas impulsadas por la famosa Penya Rhin y que sentaron las bases del automovilismo en España.

Terramar El Circuito de Terramar, inaugurado en 1923, fue el primer trazado permanente de España.

Y es que hasta el Gran Premio Penya Rhin de 1923, las competiciones en España eran más bien pruebas individuales cronometradas, como en los rallys actuales o las pruebas de time attack. El piloto había de marcar la media más rápida tras una serie de vueltas para ser declarado ganador. Sin embargo, en el GP de 1923 los participantes salían todos juntos de la línea de salida y meta. Incluso, cada equipo ya debía tener un color propio; aparece el concepto de escudería.

Mapa Del Circuito Vilafranca 1921 Mapa Del Circuito Vilafranca del Penedés en 1921. Dibujo de época.

El Circuito de Vilafranca, como casi todos los de la época, no era permanente. Su trazado unía varias poblaciones. La idea es similar a la del circuito de La Sarthe, utilizado por primera vez en 1906 para el Gran Premio de Francia y que unía varias poblaciones desde Le Mans pasando por los pueblos de Mulsanne y Arnage.

Un Gran Premio de 35 vueltas y 517 km

El Circuito de Vilafranca es un triángulo de 14,790 km que cruzaba los municipios de Vilafranca del Penedés, Santa Margarida i Els Monjos y Castellví de la Marca por La Múnia (antiguamente, Almunia). Los participantes debían dar 35 vueltas al trazado, conformando una carrera de 517 km. El punto de salida y meta estaba situado en una recta antes de la curva de Vilafranca del Penedés.

Circuito Vilafranca Tribunas 1921 Tribunas del Circuito de Vilafranca del Penedés en 1922. Dibujo de la época.

Es también ahí donde se situaban las tribunas, ya que se trataba de un “lugar donde se divisa gran parte de circuito. Dichas tribunas serán capaces para más de seis mil personas, de construcción especial y desmontables, con dos filas de palcos separadas por amplio pasillo y extensas graderías posteriores”, según explicaba el proyecto de competición.

El éxito de las carreras fue rotundo, pues a lo largo del trazado se calcula que en cada Gran Premio había unas 50.000 personas. Hay que recordar que Vilafranca del Penedés tenía entonces tan sólo 8.000 habitantes. Hubo hasta trenes especiales desde Barcelona para hacer frente al aluvión de público. Y todo eso, organizado por la peña de un bar.

La Penya Rhin

Cartel Gp 1922

Las carreras organizadas en el Circuito de Vilafranca, así como las del Circuito de Pedralbes y Montjuïc, puntuables para el Campeonato del Mundo fueron organizadas por un grupo de notables, industriales y aficionados que solían reunirse en un café de la Plaza Catalunya, el Rhin. Hoy, el edificio que lo albergaba ya no existe. En su lugar hay un centro comercial, El Triangle.

Además de probablemente arreglar el mundo, como en todas las tertulias de bar, también discutían de motociclismo y automovilismo. Al igual que ahora en cualquier bar, era cuestión de saber quién era más rápido y quién tenía la mejor máquina.

Bmw M2 Circuito Vilafranca 89

Decidieron zanjar una de las discusiones en 1914 celebrando una carrera de motos, solo para ellos, en un trazado que se convertiría en 1921 en el Circuito de Vilafranca del Penedés. Y a partir de esa primera carrera se sucederían los grandes premios, desde 1921 hasta 1954, en diferentes circuitos, pero siempre organizados por la Penya Rhin.

Buscando el trazado

El progreso, sobre todo urbanístico, ha cambiado parcialmente la fisonomía del trazado. Aun así, las carreteras que, sin asfaltar, conformaban el trazado siguen aquí. Salimos desde la pequeña recta donde se situaban las tribunas. En el descampado donde se montaban las tribunas, hoy hay una arboleda. Enfrente, un grupo de concesionarios de automóviles. Y al lado de los árboles, un pequeño aparcamiento municipal donde se aprecia el único recordatorio de lo que allí se celebró en los años 20 del siglo XX, un placa conmemorativa y explicativa.

Bmw M2 Circuito Vilafranca 9600

Salimos en dirección a Els Monjos por la N-340a. A pesar de que en los últimos 20 años las rotondas han proliferado en este tramo como setas, todavía se aprecia que la recta no era tan recta. Y que negociar esas curvas rápidas a más de 100 km/h sobre tierra, al volante de un coche con frenos de tambor, suspensiones rudimentarias, sin cinturón de seguridad y con una gorra a modo de casco, no debía de ser tarea fácil.

Circuito Vilafranca 03

Llegando a la primera verdadera curva del trazado, hacia el Torrent de la Bruixa, y antes de llegar al núcleo de los Tres Pins, se da uno cuenta de que el trazado no era tan fácil como se veía en el mapa. A la curva a derechas le sucede una ese, amplia y en bajada, que abre una recta de 2 km en subida. De todos modos, con tanta rotonda y bache solo hemos podido comprobar lo civilizado y relativamente cómodo que puede ser el M2 Competition cuando hace falta.

Bmw M2 Circuito Vilafranca

Al llegar a la población de La Múnia, empieza el último tramo del circuito y el que menos ha cambiado. Transcurre entre viñedos y alterna las grandes rectas con sucesiones de curvas en bajada, algunas de ellas muy cerradas. Es el tramo en el que más se aprecian las cualidades deportivas del BMW M2 Competition.

Bmw M2 Circuito Vilafranca

El motor del M2 ya no es el anterior bloque de seis cilindros derivado del M135i, es ahora el bloque S55, es decir el mismo seis cilindros biturbo con escape activo que hay debajo del capó del M4 actual. Desarrolla 410 CV y entrega 550 Nm. De serie equipa un cambio manual de seis relaciones, pero existe un cambio de doble embrague opcional M DCT (por unos 5.000 euros) que autoriza al M2 Competition hacer un 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y un 80 a 120 km/h en poco en torno a los 3,5 segundos.

Bmw M2 Circuito Vilafranca 9763

La dirección es muy directa, pero sobre todo me parece bastante comunicativa. Notas cómo se va aligerando cuando estás al límite de su adherencia, y realmente sabes en todo momento qué pisan y dónde están las ruedas delanteras. Ojo, tampoco es un Caterham, pero en 2019 es cada vez más raro que un coche comunique algo por el volante. Y este lo hace sin mermar el confort.

Bmw M2 Circuito Vilafranca

Es verdad que las suspensiones pueden parecer un poco secas. Por ejemplo, sobre firme muy deteriorado, el tren trasero tiende a rebotar ligeramente. Pero ofrecen igualmente comodidad. Eso sí, a ritmo elevado y en curvas, las suspensiones son tus aliadas para girar sin que apenas el coche se tumbe.

Bmw M2 Circuito Vilafranca
Circuito Viladfranca 05

Sobre seco, la zaga está muy plantada y solo si aceleramos como un bruto, especialmente al salir de una curva, se nota cómo la zaga quiere adelantar al tren delantero. Es un coche que si eres muy pulcro y suave va sobre raíles, si eras más bestia, se comportará como tal. No hay trampas ni cartón, el coche reaccionará a tus inputs tal y como le ordenas. En circuito, sin las ayudas, puede ser muy divertido... Por otra parte, con lluvia, el coche se muestra un poco más delicado de llevar.

Bmw M2 Circuito Vilafranca
Circuito Vilafranca Penedes

Y llegamos de nuevo a la recta de tribunas. Más allá del progreso técnico evidente, los tiempos en los que se lograban las victorias entonces en este trazado evidencian los buenos pilotos que eran. El ganador de 1921, Pierre de Vizcaya, al volante de un Bugatti, logró hacer las 35 vueltas en 5 horas 11 minutos y 29 segundos a una media de 85 km/h. El segundo clasificado, Mauri Monés, también con Bugatti, lo hizo en 5 horas 35 minutos.

Pero es que en 1923, la media del ganador ya era de 108,7 km/h con un tiempo de 4 horas 45 minutos 54 segundos. Fue el francés Albert Divo, al volante de un Talbot. La presencia de Divo es una muestra también de la importancia que tenía entonces este Gran Premio.

El piloto parisino, además de ganar el Gran Premio de España en el autódromo de Sitges-Terramar en 1923 y el de San Sebastián en 1924, en el trazado de Lasarte, fue piloto oficial Talbot, Delage, Delahaye y Bugatti. De hecho, ganó la Targa Florio en 1928 y 1929 al volante de un Bugatti Type 35 oficial. Obviamente, el radical y espectacular Bugatti Divo basado en el Chiron lleva ese nombre en su honor.

Albert Divo Penya Rhin 923 Talbot Albert Divo al volante del Talbot ganador en 1923 en el circuito de Vilafranca del Penedés.

Cerca del trazado del circuito de Vilafranca del Penedés está el autódromo de Terramar, el primer circuito permanente de España, inaugurado en 1923. Aunque se le conoce actualmente como el circuito de Sitges-Terramar, en realidad está en el municipio de Sant Pere de Ribes, limítrofe con la famosa localidad de la costa del Garraf. Es otro punto cercano imprescindible al que acercarse si estamos por la zona. Eso sí, actualmente no se puede visitar libremente. Es decir: no se puede entrar, y menos con un coche, pero en su recinto se suelen organizar a menudo eventos relacionados con el Motor.

Bmw M2 Circuito Vilafranca 9837 El Port d'Aiguadolç de Sitges es el lugar ideal para terminar la ruta.
Bmw M2

Agradecimientos: Evo2Race

Fotos de época: Frederic Juandó Alegret (1882-1961) / Diputación de Barcelona

Estos son los primeros coches que se matricularon en cada una de las 52 provincias y ciudades autónomas de España

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Estos son los primeros coches que se matricularon en cada una de las 52 provincias y ciudades autónomas de España

La historia del automóvil en España está plagada de datos y anécdotas, pero tal vez uno de los aspectos más curiosos sea saber cuál fue el primer coche que se matriculó en cada una de las provincias españolas. Fecha exacta, marca, modelo, tipo de vehículo y nombre del propietario, tenemos todos los datos.

Según consta en los archivos de la Dirección General de Tráfico, la primera matriculación de un coche en España se realizó en Mallorca, concretamente en la población de Santa Catalina, el 31 de octubre de 1900. Se trataba de un cuadriciclo de la marca Clement y su propietario era José Sureda Fuentes.

Matriculaciones

Ese mismo año se matricularon otros dos vehículos en España. Un triciclo Clement el 18 de noviembre de 1900 en Plasencia (Cáceres) a nombre de Fabián Muñoz Serván, y le siguió otro tipo 'doble faetón' en Salamanca el 7 de diciembre de 1900 de marca Torneau a nombre de José Gordillo.

Los primeros coches de Madrid y Barcelona, en 1907

Resulta curioso además consultar otros datos como cuáles fueron los primeros vehículos matriculados en Madrid y Barcelona, las dos provincias que hoy en día marcan el ritmo más alto de matriculaciones mes a mes.

Primer Vehiculo Barcelona

El primer coche de Barcelona se matriculó el día 3 de agosto de 1907. Se trataba de un turismo de la marca Berliet, y estaba a nombre de Ruperto Garriga Miranda.

Más tarde esa matrícula se reutilizó en un Hispano Suiza, del cual hay numerosas fotos y por eso mucha gente cree que ese fue el primer coche con matrícula de Barcelona, cuando realmente no es así.

El primer vehículo con matrícula de Madrid data del 19 de agosto de 1907, era un turismo Panhard y estaba a nombre de Valentín de Céspedes.

Pero lo mejor, es tener a mano toda la información provincia por provincia, con todos los datos.

MATRÍCULA

FECHA

TIPO

MARCA

TITULAR

POBLACIÓN

AB-1

12/06/1908

Sedán

Charron

Ernesto Coloma Martínez

Almansa (AB)

A-1

02/12/1907

Faetón

Motobloc

Trino Esplá Viconti

Denia (A)

AL-1

20/12/1907

Turismo

Aries

Luis Bardón de la Serna

Granada

AV-1

03/07/1906

Berlina

Suddeustche

Antonio Pérez Colino

Piedrahita (AV)

BA-1

16/07/1903

Turismo

The Century

Laureano Fernández

Badajoz

B-1

03/08/1907

Turismo

Berliet

Ruperto Garriga Miranda

Barcelona

PM-1

31/10/1900

Cuadriciclo

Clement

José Sureda Fuentes

Sta. Catalina (PM)

BU-1

27/02/1908

Faetón

Motobloc

Ramón Lozano Pérez

Burgos

CC-1

18/11/1900

Triciclo

Clement

Fabián Muñoz Serván

Plasencia (CC)

CA-1

04/02/1901

Turismo

Darracq

Fco. de la Viesca Sierra

Cádiz

CS-1

03/04/1909

Omnibus

Hispano Suiza

Rafael Pelocha Beltrán

Castellón

CR-1

08/11/1907

Faetón

Panhard

Conde de Valdelagrana

Madrid

CO-1

21/06/1904

Torpedo

Dion Bouton

Jose Soriano Vázquez

Córdoba

C-1

16/12/1902

Turismo

Decauville

Luis Menéndez

La Coruña

CU-1

08/08/1911

Doble Faetón

Bedford

Eliceo González Mateo

Cuenca

GE-1

02/08/1907

Acorazado

Hispano Suiza

Martín Montaner Coris

Palamós (GE)

GR-1

23/06/1904

Turismo

Peugeot

Nicolás García Ruíz

Granada

GU-1

16/08/1907

Omnibus

Gagdeman

Pedro García Badenas

Baños de Trillo (GU)

SS-1

10/08/1901

Doble Faetón

Renault

Marqués de Rafal

San Sebastián

H-1

1906

Torpedo

Chenard Walker

Miguel Vázquez García

Huelva

HU-1

14/07/1906

Landaulet

Motobloc

Mariano Moneu Arcas

Jaca (HU)

J-1

1906

Camión

Darracq

Ángel Gea Ruíz

Linares (J)

LE-1

20/07/1907

Doble Faetón

Darracq

Alberto Laurin

León

L-1

29/08/1907

Motocicleta

E. de la Cuadra

Juan Pallisó

Lérida

LO-1

22/11/1905

Doble Faetón

Richart Brassier

Julio Ortíz de Lanzagorra

Logroño

LU-1

02/08/1904

Turismo

A. Bagarre

Ramón Alvarado Osorio

Lugo

M-1

19/08/1907

Turismo

Panhard

Valentín de Céspedes

Madrid

MA-1

10/08/1907

Turismo

Oldsmobile

Francisco Merino

Málaga

MU-1

05/03/1908

Torpedo

Darracq

Gerardo Murphy

Murcia

NA-1

1912

Turismo

Peugeot

Cayetano Lapoya

Pamplona

OR-1

01/09/1906

Landaulet

Mercedes

Isidoro de Ternes

Orense

O-1

1905

Turismo

Panhard-Levassor

Conde de la Vega del Sella

(Nueva) Llanes

P-1

03/07/1908

Doble Faetón

Peugeot

Camilo Humbert

Cervera de Pisuerga

GC-1

01/05/1902

Carretela

Benz

Tomás Doreste Marrero

Las Palmas

PO-1

14/08/1903

Turismo

Decauville

Miguel Gay García Comba

Pontevedra

SA-1

07/12/1900

Doble Faetón

Torneau

José Gordillo

Salamanca

TF-1

17/02/1902

Turismo

Panhard

Farrow S. Bellamy

Santa Cruz de Tenerife

S-1

20/03/1901

Turismo

Benz

Alberto Corral

Santander

SG-1

27/06/1910

Turismo

Herald

Luis Herranz Velázquez

Segovia

SE-1

1905

Turismo

Renault

Vicente Turmo Romera

Sevilla

SO-1

22/08/1908

Doble Faetón

C.V.R

Bernardino Franco Alonso

Madrid

T-1

26/11/1907

Doble Faetón

Opel

Salvador Brunet y Sala

Tortosa (T)

TE-1

28/09/1908

Turismo

Aster

Luis Álvarez

Valencia

TO-1

30/10/1906

Omnibus

Brillie

Luis de Hoyos y Sanz

Toledo

V-1

30/04/1902

Sedán

Peugeot

Francisco Garcés Morcillo

Valencia

VA-1

28/01/1908

Landaulet

Martini

Alberto Mª de Borbón

Valladolid

VI-1

03/02/1906

Turismo

Fiat

Francisco Zulueta

Vitoria

BI-1

23/02/1902

Turismo

Delahaye

Salustiano Mogroviejo

Bilbao

ZA-1

24/08/1907

Turismo

Dion Bouton

Luis Justo y Sánchez

Zamora

CE-1

14/10/1922

Turismo

Mors

Jose Arango Arango

Ceuta

ME-1

07/04/1917

Torpedo

Jeffery

Juan Muñoz Orozco

Melilla

Los sistemas de numeración de las matrículas en España

Seat 1500 Front

En España se han utilizado a lo largo de la historia tres sistemas de numeración para las matrículas, siempre teniendo una placa que como fondo para los coches particulares lucía el color blanco con letras en color negro sobrepuestas.

Entre los años 1900 y 1971, se utilizó el sistema de matrícula provincial numérica, en el cual las inicales de la provincia iban seguidas de numeración de varias cifras, sin ceros a la izquierda. Como curiosidad, cabe destacar que si dos provincias tenían iniciales similares, se usaba una sola letra para la provincia de mayor población y dos letras para las de menor. E incluso, durante un tiempo, hubo provincias que tuvieron tres letras como distintivo.

ProvinciaDistintivo
ÁlavaVI
AlbaceteAB (anteriormente, ALB)
AlicanteA
AlmeríaAL
ÁvilaAV
BadajozBA
BalearesIB (anteriormente, PM)
BarcelonaB
BurgosBU
CáceresCC (anteriormente, CAC)
CádizCA
CeutaCE
CastellónCS (anteriormente, CAS)
Ciudad RealCR
CórdobaCO
La CoruñaC
CuencaCU
GeronaGI (anteriormente, GE)
GranadaGR
GuadalajaraGU
GuipúzcoaSS
HuelvaH
HuescaHU
JaénJ
LeónLE
LéridaL
LogroñoLO
LugoLU
MadridM
MálagaMA
MelillaML
MurciaMU
NavarraNA (anteriormente, PA)
OrenseOU (anteriormente, OR)
OviedoO
PalenciaP
Las PalmasGC (anteriormente, TE)
PontevedraPO
SalamancaSA
TenerifeTF (anteriormente, TE)
SantanderS
SegoviaSG (anteriormente, SEG)
SevillaSE
SoriaSO
TarragonaT
TeruelTE (anteriormente, TER)
ToledoTO
ValenciaV
ValladolidVA
VizcayaBI
ZaragozaZ
ZamoraZA
Lancia Delta Hf Integrale Matricula

Llegado el año 1971, y más concretamente desde el día 7 de octubre, se reinició la numeración, se dejó en cuatro dígitos y se le añadió una letra al final, que iría desde la A hasta la Z (excluidas las letras Ñ, Q y R). Una vez alcanzada la última letra del abecedario, se añadiría otra letra y volvería a comenzar.

Con este sistema de matrículas alfanuméricas se deberían haber alcanzado las matrículas con letras ZZ, pero no fue así. Se puso fin a este sistema con la matrícula M-6814-ZX.

BMW X5 2019 Prueba

El 18 de septiembre de 2000 se cambió el sistema y se comenzó a utilizar un sistema de matrículas alfanuméricas nacional compuesto por cuatro números y tres letras (excluídas la letra Ñ y la letra Q, así como las vocales). Así se puso fin a la identificación provincial de los vehículos, haciendo que todos los coches de España fuesen iguales en este sentido.

Fotos | Wikipedia | iBasque


Estos son los primeros coches que se matricularon en cada una de las 52 provincias y ciudades autónomas de España

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Estos son los primeros coches que se matricularon en cada una de las 52 provincias y ciudades autónomas de España

La historia del automóvil en España está plagada de datos y anécdotas, pero tal vez uno de los aspectos más curiosos sea saber cuál fue el primer coche que se matriculó en cada una de las provincias españolas. Fecha exacta, marca, modelo, tipo de vehículo y nombre del propietario, tenemos todos los datos.

Según consta en los archivos de la Dirección General de Tráfico, la primera matriculación de un coche en España se realizó en Mallorca, concretamente en la población de Santa Catalina, el 31 de octubre de 1900. Se trataba de un cuadriciclo de la marca Clement y su propietario era José Sureda Fuentes.

Matriculaciones

Ese mismo año se matricularon otros dos vehículos en España. Un triciclo Clement el 18 de noviembre de 1900 en Plasencia (Cáceres) a nombre de Fabián Muñoz Serván, y le siguió otro tipo 'doble faetón' en Salamanca el 7 de diciembre de 1900 de marca Torneau a nombre de José Gordillo.

Los primeros coches de Madrid y Barcelona, en 1907

Resulta curioso además consultar otros datos como cuáles fueron los primeros vehículos matriculados en Madrid y Barcelona, las dos provincias que hoy en día marcan el ritmo más alto de matriculaciones mes a mes.

Primer Vehiculo Barcelona

El primer coche de Barcelona se matriculó el día 3 de agosto de 1907. Se trataba de un turismo de la marca Berliet, y estaba a nombre de Ruperto Garriga Miranda.

Más tarde esa matrícula se reutilizó en un Hispano Suiza, del cual hay numerosas fotos y por eso mucha gente cree que ese fue el primer coche con matrícula de Barcelona, cuando realmente no es así.

El primer vehículo con matrícula de Madrid data del 19 de agosto de 1907, era un turismo Panhard y estaba a nombre de Valentín de Céspedes.

Pero lo mejor, es tener a mano toda la información provincia por provincia, con todos los datos.

MATRÍCULA

FECHA

TIPO

MARCA

TITULAR

POBLACIÓN

AB-1

12/06/1908

Sedán

Charron

Ernesto Coloma Martínez

Almansa (AB)

A-1

02/12/1907

Faetón

Motobloc

Trino Esplá Viconti

Denia (A)

AL-1

20/12/1907

Turismo

Aries

Luis Bardón de la Serna

Granada

AV-1

03/07/1906

Berlina

Suddeustche

Antonio Pérez Colino

Piedrahita (AV)

BA-1

16/07/1903

Turismo

The Century

Laureano Fernández

Badajoz

B-1

03/08/1907

Turismo

Berliet

Ruperto Garriga Miranda

Barcelona

PM-1

31/10/1900

Cuadriciclo

Clement

José Sureda Fuentes

Sta. Catalina (PM)

BU-1

27/02/1908

Faetón

Motobloc

Ramón Lozano Pérez

Burgos

CC-1

18/11/1900

Triciclo

Clement

Fabián Muñoz Serván

Plasencia (CC)

CA-1

04/02/1901

Turismo

Darracq

Fco. de la Viesca Sierra

Cádiz

CS-1

03/04/1909

Omnibus

Hispano Suiza

Rafael Pelocha Beltrán

Castellón

CR-1

08/11/1907

Faetón

Panhard

Conde de Valdelagrana

Madrid

CO-1

21/06/1904

Torpedo

Dion Bouton

Jose Soriano Vázquez

Córdoba

C-1

16/12/1902

Turismo

Decauville

Luis Menéndez

La Coruña

CU-1

08/08/1911

Doble Faetón

Bedford

Eliceo González Mateo

Cuenca

GE-1

02/08/1907

Acorazado

Hispano Suiza

Martín Montaner Coris

Palamós (GE)

GR-1

23/06/1904

Turismo

Peugeot

Nicolás García Ruíz

Granada

GU-1

16/08/1907

Omnibus

Gagdeman

Pedro García Badenas

Baños de Trillo (GU)

SS-1

10/08/1901

Doble Faetón

Renault

Marqués de Rafal

San Sebastián

H-1

1906

Torpedo

Chenard Walker

Miguel Vázquez García

Huelva

HU-1

14/07/1906

Landaulet

Motobloc

Mariano Moneu Arcas

Jaca (HU)

J-1

1906

Camión

Darracq

Ángel Gea Ruíz

Linares (J)

LE-1

20/07/1907

Doble Faetón

Darracq

Alberto Laurin

León

L-1

29/08/1907

Motocicleta

E. de la Cuadra

Juan Pallisó

Lérida

LO-1

22/11/1905

Doble Faetón

Richart Brassier

Julio Ortíz de Lanzagorra

Logroño

LU-1

02/08/1904

Turismo

A. Bagarre

Ramón Alvarado Osorio

Lugo

M-1

19/08/1907

Turismo

Panhard

Valentín de Céspedes

Madrid

MA-1

10/08/1907

Turismo

Oldsmobile

Francisco Merino

Málaga

MU-1

05/03/1908

Torpedo

Darracq

Gerardo Murphy

Murcia

NA-1

1912

Turismo

Peugeot

Cayetano Lapoya

Pamplona

OR-1

01/09/1906

Landaulet

Mercedes

Isidoro de Ternes

Orense

O-1

1905

Turismo

Panhard-Levassor

Conde de la Vega del Sella

(Nueva) Llanes

P-1

03/07/1908

Doble Faetón

Peugeot

Camilo Humbert

Cervera de Pisuerga

GC-1

01/05/1902

Carretela

Benz

Tomás Doreste Marrero

Las Palmas

PO-1

14/08/1903

Turismo

Decauville

Miguel Gay García Comba

Pontevedra

SA-1

07/12/1900

Doble Faetón

Torneau

José Gordillo

Salamanca

TF-1

17/02/1902

Turismo

Panhard

Farrow S. Bellamy

Santa Cruz de Tenerife

S-1

20/03/1901

Turismo

Benz

Alberto Corral

Santander

SG-1

27/06/1910

Turismo

Herald

Luis Herranz Velázquez

Segovia

SE-1

1905

Turismo

Renault

Vicente Turmo Romera

Sevilla

SO-1

22/08/1908

Doble Faetón

C.V.R

Bernardino Franco Alonso

Madrid

T-1

26/11/1907

Doble Faetón

Opel

Salvador Brunet y Sala

Tortosa (T)

TE-1

28/09/1908

Turismo

Aster

Luis Álvarez

Valencia

TO-1

30/10/1906

Omnibus

Brillie

Luis de Hoyos y Sanz

Toledo

V-1

30/04/1902

Sedán

Peugeot

Francisco Garcés Morcillo

Valencia

VA-1

28/01/1908

Landaulet

Martini

Alberto Mª de Borbón

Valladolid

VI-1

03/02/1906

Turismo

Fiat

Francisco Zulueta

Vitoria

BI-1

23/02/1902

Turismo

Delahaye

Salustiano Mogroviejo

Bilbao

ZA-1

24/08/1907

Turismo

Dion Bouton

Luis Justo y Sánchez

Zamora

CE-1

14/10/1922

Turismo

Mors

Jose Arango Arango

Ceuta

ME-1

07/04/1917

Torpedo

Jeffery

Juan Muñoz Orozco

Melilla

Los sistemas de numeración de las matrículas en España

Seat 1500 Front

En España se han utilizado a lo largo de la historia tres sistemas de numeración para las matrículas, siempre teniendo una placa que como fondo para los coches particulares lucía el color blanco con letras en color negro sobrepuestas.

Entre los años 1900 y 1971, se utilizó el sistema de matrícula provincial numérica, en el cual las inicales de la provincia iban seguidas de numeración de varias cifras, sin ceros a la izquierda. Como curiosidad, cabe destacar que si dos provincias tenían iniciales similares, se usaba una sola letra para la provincia de mayor población y dos letras para las de menor. E incluso, durante un tiempo, hubo provincias que tuvieron tres letras como distintivo.

ProvinciaDistintivo
ÁlavaVI
AlbaceteAB (anteriormente, ALB)
AlicanteA
AlmeríaAL
ÁvilaAV
BadajozBA
BalearesIB (anteriormente, PM)
BarcelonaB
BurgosBU
CáceresCC (anteriormente, CAC)
CádizCA
CeutaCE
CastellónCS (anteriormente, CAS)
Ciudad RealCR
CórdobaCO
La CoruñaC
CuencaCU
GeronaGI (anteriormente, GE)
GranadaGR
GuadalajaraGU
GuipúzcoaSS
HuelvaH
HuescaHU
JaénJ
LeónLE
LéridaL
LogroñoLO
LugoLU
MadridM
MálagaMA
MelillaML
MurciaMU
NavarraNA (anteriormente, PA)
OrenseOU (anteriormente, OR)
OviedoO
PalenciaP
Las PalmasGC (anteriormente, TE)
PontevedraPO
SalamancaSA
TenerifeTF (anteriormente, TE)
SantanderS
SegoviaSG (anteriormente, SEG)
SevillaSE
SoriaSO
TarragonaT
TeruelTE (anteriormente, TER)
ToledoTO
ValenciaV
ValladolidVA
VizcayaBI
ZaragozaZ
ZamoraZA
Lancia Delta Hf Integrale Matricula

Llegado el año 1971, y más concretamente desde el día 7 de octubre, se reinició la numeración, se dejó en cuatro dígitos y se le añadió una letra al final, que iría desde la A hasta la Z (excluidas las letras Ñ, Q y R). Una vez alcanzada la última letra del abecedario, se añadiría otra letra y volvería a comenzar.

Con este sistema de matrículas alfanuméricas se deberían haber alcanzado las matrículas con letras ZZ, pero no fue así. Se puso fin a este sistema con la matrícula M-6814-ZX.

BMW X5 2019 Prueba

El 18 de septiembre de 2000 se cambió el sistema y se comenzó a utilizar un sistema de matrículas alfanuméricas nacional compuesto por cuatro números y tres letras (excluídas la letra Ñ y la letra Q, así como las vocales). Así se puso fin a la identificación provincial de los vehículos, haciendo que todos los coches de España fuesen iguales en este sentido.

Fotos | Wikipedia | iBasque

Sí, existió una furgoneta camper con motor Porsche en 1955, es rarísima y ahora está a la venta

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Sí, existió una furgoneta camper con motor Porsche en 1955, es rarísima y ahora está a la venta

Las campers están experimentado un nuevo auge sin precedentes. La posibilidad de perderte por la campiña o despertarte con vistas al mar en un lugar recóndito es algo con lo todos hemos soñado alguna vez, ya sea como modo de vida o solo durante una temporada.

En el movimiento camper y te encuentras con toda clase de vehículos, desde la típica Volkswagen T3 con un colchón tirado atrás hasta un autobús transformado en mini piso pasando por las nuevas Mercedes-Benz Marco Polo y la espectcular Volkswagen Gradn California. Eso sí, ningún camper tendrá el caché y el prestigio que posee esta autocaravana, se trata de una Tempo Mikafa Sport de 1955 con motor Porsche.

Este camper es obra de Mikafa, un carrocero alemán de la ciudad de Minden. Mikafa empezó como empresa aeronáutica, pero al finalizar la Segunda Guerra Mundial y el desarme forzado de Alemania, la empresa tuvo que reconvertirse. En Mikafa decidieron entonces fabricar caravanas sobre chasis Hahn.

No tardaron en dar el paso a la construcción de autocaravanas, fue en 1951. Mikafa utilizaba chasis Tempo, un fabricante alemán de vehículos industriales. Tempo tenía en su catálogo el Matador, esta furgoneta tracción delantera equipaba un 4 cilindros bóxer Volkswagen de 25 CV situado detrás del eje delantero. Pero en 1952, Volkswagen dejo de vender estos motores a Tempo.

Porsche Tempo Mikafa Camper 08
Porsche Tempo Mikafa Camper 2

Tempo tuvo que buscar una alternativa para su Matador. La mayoría de los modelos equiparon entonces un motor Austin, pero hubo algunos con V8 de origen BMW. Mikafa, que usaba el Tempo Matador como base también se vio afectada.

Una camper Sport gracias al motor Porsche

Mikafa, que fabricaba sus autocaravanas a medida y gusto de sus clientes, no tenía especial fijación por el motor. De hecho, realizó tres unidades del Tempo Mikafa equipadas con el 4 cilindros bóxer del Porsche 356. El modelo pasó a llamarse Tempo Mikafa Sport e incluía la inscripción “Porsche”, como en los 356, en su carrocería de aluminio.

Porsche Tempo Mikafa Camper 03
Porsche Tempo Mikafa Camper

Estéticamente, hay incluso una cierta reminiscencia de Porsche en este camper. Los faros y sobre todo las llantas recuerdan indudablemente al mítico deportivo de Porsche.

En principio, el motor sería el del 356 A, que salió en 1955, y desarrollaba 60 CV. Sin embargo, esta unidad que Mecum sacará a subasta el próximo 15 de agosto en Monterey, California, equipa un 4 cilindros bóxer Volkswagen. Si bien hay un cierto parentesco, estaremos de acuerdo en que no es lo mismo...

La casa de subasta da pocos detalles acerca de la historia de esta unidad (salvo que pasó casi toda su vida en Alemania) y tampoco menciona por qué o cuando perdió el motor original. Sin embargo puede ser una oportunidad para una restauración en condiciones y devolverle un motor Porsche. El comprador tendrá a cambio un camper prácticamente único.

Lee Iacocca, el cerebro detrás del Ford Mustang y salvador de Chrysler en los años 80, ha fallecido a los 94 años

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Lee Iacocca, el cerebro detrás del Ford Mustang y salvador de Chrysler en los años 80, ha fallecido a los 94 años

Lee Iacocca (1924-2019), el hombre que que hizo posible el Ford Mustang, que salvó a Chrysler de la bancarrota en los años 80 y que dio luz verde al Dodge Viper, falleció el martes pasado a los 94 años en su casa de Bel Air (California), debido a las complicaciones del Parkinson que padecía.

Este incansable genio de la venta comenzó su carrera en la industria en 1946, y llegó a ser el CEO más famoso del país. Copando las portadas de 'Time', 'Newsweek' y del 'New York Times Sunday Magazine', donde lo pintaban como el héroe de la era del automóvil en Estados Unidos.

Al frente de Ford y de Chrysler siempre obligaba a sus equipos de diseño y desarrollo a ser atrevidos. Así nacieron el Ford Mustang, el deportivo asequible para los baby-boomers de los años 60, pero también coches muy racionales e innovadores en su momento. Uno de ellos fue el primer momovolumen de la historia, el Dodge Caravan/Plymouth Voyager, cuando la clientela necesitaba un coche familiar y económico tras las crisis de 1973 y 1979. El Chrysler Voyager -así se llamó en Europa- y sus variantes de Plymouth y Dodge lideraron las ventas de los monovolúmenes durante 25 años.

Obviamente, no todos los coches que salieron bajo sus mandatos fueron éxitos. También tuvo algunos fracasos sonoros. Por ejemplo, el del Ford Pinto. Este compacto tenía la desagradable tendencia a explotar si sufría un choque por alcance en su zaga. Él mismo decía que no siempre se puede ganar.

De Ford a Chrysler

Lee Iacocca Mustang Lee Iacocca apoyado en el Mustang de 1964 con motivo de su presentación.

Definitivamente lo suyo era el marketing. Entró en Ford en 1946 y pronto se dio cuenta que era mejor vendedor que ingeniero. Diez años después, cuando las ventas del área de la que era responsable tenía las peores ventas de todo el país, se le ocurrió la campaña del “56 por '56”.

Los clientes podían salir del concesionario con un Ford de 1956 tras pagar una entrada del 20 % y luego unas mensualidades de 56 dólares durante tres años. La campaña funcionó tan bien que Robert McNamara utilizó esa campaña posteriormente a nivel nacional.

Eso sí, su mayor logro en Ford fue llevar al mercado el Ford Mustang en 1964. Algo especialmente arriesgado tras el fiasco del Ford Edsel. Y más aún si tomamos en cuenta que Ford tan sólo había adjudicado 45 millones de dólares para el desarrollo e industrialización del coche. Fue el presupuesto más bajo de la historia de Ford para un modelo totalmente nuevo.

Lee Iacocca Dodge Viper Lee Iacocca en el centro de diseño de Dodge. Detrás, los diseñadores dan forma a una maqueta en arcilla del Dodge Viper.

En 1978, fue despedido de Ford porque a Henry Ford II no le caía bien, a pesar de haber contribuido a generar a lo largo de su trayectoria en la compañía más de 1.800 millones de dólares. Cosas del destino, una vez en Chrysler, Iacocca saca adelante el proyecto de Hal Sperlich de monovolumen y que Henry Ford II rechazó en 1974. El proyecto daría lugar al Dodge Caravan/Chrysler Voyager...

Lido Anthony "Lee" Iacocca solía hablar mucho y se enorgullecía de sus orígenes, era hijo de inmigrantes italianos, y de cómo en Estados Unidos si te esfuerzas y trabajas duro, puedes tener éxito. Así, no dudo en aceptar la propuesta de Ronald Reagen en 1982 de liderar la campaña de recaudación de fondos para la restauración de la Estatua de la Libertad y de Ellis Island. Y como era un genio del marketing consiguió 350 millones de dólares cuando el objetivo fijado era de 150 millones. No es más que otro ejemplo de su genialidad en el campo del marketing.

V12 de 30 litros y 700 CV, 15 metros de largo por 5 de ancho. Así era el Berliet T100 ideado para cruzar el Sahara

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V12 de 30 litros y 700 CV, 15 metros de largo por 5 de ancho. Así era el Berliet T100 ideado para cruzar el Sahara

En cualquier evento de coches clásicos, las estrellas suelen invariablemente los coches que nos han hecho soñar. Desde el eterno Jaguar E-Type hasta un Lamborghini Countach o una de esas bestias de rallys que sirvieron para homologación en el mítico Grupo B. Pero este año, en el Salón Rétromobile de París, la estrella fue un Berliet T100, apodado el gigante del desierto. Es tan grande que cualquier coche a su lado parece una simple maqueta. Esta es su historia.

Berliet era una de los fabricantes de camiones más importantes del mundo hasta los años 70. En la actualidad, la marca lionesa fue diluida en lo que es hoy Renault Trucks. Pero en los años 50, Berliet era uno de los líderes del mercado y Francia seguía siendo una potencia colonial (Indochina, buena parte de la mitad norte de África). A mediados de los años 50, en Francia pensaron que podrían encontrar petróleo en una zona del Sahara que hoy está en Argelia.

Berliet T100 2 El Berliet T100 es tan gande que caben personas de pie debajo de su chasis.

La República envió al Sahara un ejército de geólogos, ingenieros y transportistas, y dio concesiones a varias petroleras, entre ellas la Shell. Argelia vivió bajo la dominación francesa una fiebre del oro negro. Y tal y como ocurrió en el pasado con las fiebres del oro, todo aquello se convirtió en una pesadilla logística.

Los camiones que lograban sortear las dunas no podían llevar cargamento. Y los que sí iban cargados, se quedaban en las dunas. Al final, la mayoría de equipos de las petroleras optaron por el camello para el transporte del material.

En uno de sus viajes a Argelia, invitado por Shell en 1956, Paul Berliet se da cuenta de primera mano que no es viable construir carreteras para llegar hasta los pozos de prospección. Pero es que tampoco los camiones que tiene en su gama (o los que hay en la gama de sus competidores) son aptos para este tipo de trabajo.

Lo mejor será fabricar el camión más grande del mundo

Berliet T100 600 El Berliet T100 número 1 en delante de la fábrica de Berliet, el barrio de Monplaisir, Lyon.

El propio Paul Berliet decide que construirá el camión más adecuado para ello. Le encarga a su ingeniero jefe de vehículos especiales, André Billiez, la creación de un camión capaz de llevar 50 toneladas de carga por las dunas del desierto con una ausencia total de carreteras o pistas. Billiez vuelve de África una semana más tarde y decide que deberá ser un camión sencillamente gigantesco.

Berliet T100 700
Berliet T100

El desarrollo del T100 comenzó en enero de 1957. Según cuenta en Hagerty, Berliet comenzó a diseñar el camión en función de los neumáticos Michelin. Pidieron a sus paisanos de Clermont-Ferrand los neumáticos más grandes que tenían y a partir de ahí diseñaron el camión. Nueve meses después, en octubre de 1957, nacía la nueva criatura de Berliet, un bebé de 103 toneladas.

Berliet T100

Bautizado oficialmente como T100 (por cien toneladas), fue expuesto en el Salón de París antes de ser enviado al desierto argelino. Pronto se gana el apodo de gigante del desierto. Mide 15,30 metros de largo, casi 4,5 metros de alto, cada rueda pesa casi 1.000 kg y su V12 pesa tanto con Mercedes AMG G 65, es decir, 2,5 toneladas. Un V12 que, por cierto, bebe de dos depósitos de gasóleo de 945 litros cada uno.

Berliet T100
Berliet T100 El Berliet T100, el número 3, encargado por una compañía estatal francesa para operaciones en minas a cielo abierto.

Bajo el capó grande como un SUV, late a un ritmo suave, un V12 turbodiésel de 29.6 litros de cilindrada y 600 CV de origen Cummins. Berliet prefirió comprar un motor antes que desarrollar uno propio por razones de coste (y finalmente hizo bien). El par es enviado a las seis ruedas -sí es tracción integral- vía un cambio semi automático Clark de cuatro relaciones hacia adelante y otras tantas hacia atrás.

Berliet T100

La dirección es lógicamente asistida y cuenta con su propio motor. Un dos cilindros bóxer Panhard. Este se pone en marcha para mover las ruedas si fuese preciso y así evitar encender el V12 solo para girar las ruedas.

Tan solo se fabricaron cuatro unidades

Berliet T100
Berliet T100

Este primer T100 llega a África para las primeras pruebas y los ingenieros se dan cuenta rápidamente que necesitan más potencia. Consiguen llegar hasta los 700 CV sin dificultad. Rápidamente, Berliet fábrica una segunda unidad. El gobierno francés le encarga una tercer unidad, con 10 ruedas, para trabajar en una mina y Berliet produce una cuarta unidad, con la cabina sobre el motor, que envía de gira a Estados Unidos a ver si consigue clientes. Fue un fracaso.

Berliet T100 número 4 El Berliet T100 número 4, utilizado para fines promocionales en Estados Unidos tenía un diseño futurista para la época.
Berliet T100 600 El Berliet T100 "trabajando" en Argelia.

Y no hubo más T100 que estas cuatro unidades. Tras una guerra que marcó Francia y Argelia para siempre (es su Vietnam particular), Francia le devuelve la independencia a Argelia en 1962. Se acabó la prospección en el Sahara. Berliet cancela definitivamente el programa T100 en 1964 tras usar la unidad “estadounidense” como prototipo con una turbina de helicóptero de 1.000 CV.

Ese prototipo fue desmantelado por Berliet en 1964, así como el T100 número 3 que tras terminar su vida laboral fue devuelto a Berliet en 1978 y desguazado. En cuanto a las dos primeras unidades su destino es dispar. El T100 número dos fue repatriado en Francia en 1981 y restaurado por la Fondation Berliet. Es la unidad que fue expuesta en el pasado Rétromobile. En cuanto a la primera unidad, sigue en África, abandonada a su destino.

Fotografía | Berliet, e Y.Leclercq

Así era la descomunal Ford F-250 Super Chief, la pick-up con nombre de locomotora que usaba hasta tres combustibles para moverse

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Así era la descomunal Ford F-250 Super Chief, la pick-up con nombre de locomotora que usaba hasta tres combustibles para moverse

La Ford F-250 Super Chief se concibió como una verdadera bestia de carga que podía utilizar no uno ni dos, sino tres combustibles para funcionar. Todo un ejercicio de poderío en forma de pick-up salvaje que la marca del óvalo azul se marcó con ocasión del ya lejano Salón de Detroit de 2006.

Fue simplemente un concept-car, un diseño conceptual que nunca llegó a fabricarse más allá de la unidad de muestra, pero por su rotundidad y por lo poco habitual de su motorización, su historia resulta fascinante.

Diseño poderoso, diseño de ferrocarril lujoso

Santa Fe Super Chief Locomotora Santa Fe Super Chief en Los Ángeles, 1966.

La denominación Super Chief evocaba la poderosa locomotora Super Chief, empleada por la línea de ferrocarril Atchison, Topeka y Santa Fe, que conectaba Chicago con Los Ángeles, entre otras ciudades de Estados Unidos.

La Super Chief fue la primera locomotora diésel encargada de tirar de lujosos coches Pullman que contaban incluso con aire acondicionado, ya en 1936, y aún hoy es todo un icono del transporte ferroviario en el país americano.

Ford F 250 Super Chief 102

Longitud

Anchura

Altura

6,70 m2,40 m1,98 m

La utilización de la denominación Super Chief por parte de Ford no fue una mera cuestión nominativa. Alejándose de la línea seguida con las recientes camionetas de la serie F, la Ford F-250 Super Chief era todo un reconocimiento a la estética del tren que había unido los Estados Unidos de Norteamérica durante décadas.

Esa robustísima apariencia sentó una base en el diseño de las pick-up de Ford que ha llegado incluso a modelos posteriores, con la brutal Ford F-150 Raptor como muestra de la desmesura, e incluso la Ford Ranger Raptor en su papel de hermana chiquita pero matona.

Ford F 250 Super Chief 130

En el interior, la que aspiraba a ser la pick-up más lujosa del momento hacía gala de exquisitos materiales combinados con una línea sobria. Iluminado por un amplio techo de cristal con cuarterones, el interior mostraba incrustaciones de madera de nogal, aluminio pulido y cuero Spinneybeck teñido en anilina.

Esto creaba una atmósfera digna de los ocupantes más sibaritas. Serían cuatro ocupantes que harían uso de esos butacones con brazos que la Ford F-250 Super Chief tenía por asientos, complementándolos con unos escabeles que, a modo de reposapiés escamoteables bajo el suelo, conferirían a la pick-up de Ford el ambiente de los coches cama de la emblemática Super Chief ferroviaria.

Los diseñadores de la Ford F-250 Super Chief eran conscientes del enorme tamaño de su pick-up. Tanto, que desarrollaron un sistema de protección denominado BlockerBeam, una medida de protección pasiva para que en caso de colisión con un coche más pequeño, esto es, el 99 % de las ocasiones, el suelo de la pick-up se deformaría, absorbiendo buena parte de la energía liberada en el impacto y evitando así el empotramiento del otro vehículo.

Sistema Tri-Fuel: gasolina, etanol o hidrógeno

Ford F 250 Super Chief 135

Del puesto de conducción de la Ford F-250 Super Chief destacaba, por encima de todo, el enorme timón dispuesto a modo de selector para las diferentes posiciones de la transmisión, y para la alimentación. Esto, en un vehículo que se distinguía por su sistema Tri-Flex, con el que alimentaba un motor V10 de 558 CV y 542 Nm mediante gasolina, etanol E85 o hidrógeno.

El hidrógeno como combustible para quemar en la cámara del motor es un elemento químico que hoy apenas nos planteamos, por ser más ineficiente que otras fuentes de energía. Sí se utiliza para generar electricidad en los coches de pila de combustible, y aun así, su uso no está en absoluto extendido. Sin embargo, en 2006 Ford vendía el hidrógeno como la mejor fuente de cara al futuro:

El hidrógeno es el mejor combustible limpio del futuro. No sólo es el combustible más limpio, es el elemento más abundante en la Tierra.

Es abundante... pero no se encuentra en la corteza terrestre de manera natural y accesible. Por eso, se produce de forma industrial a partir de algún compuesto químico, ya sea agua, biomasa o hidrocarburos, más el posterior almacenaje, además del transporte necesario hasta el punto de suministro.

En esa producción industrial el hidrógeno pierde buena parte de esa limpieza que proclamaba Ford en 2006, en primer lugar porque cada transformación energética genera pérdidas, y en segundo lugar por la necesidad de las actividades logísticas asociadas. Todo esto lleva a pensar que hay alternativas más eficientes.

2006 Ford F 250 Super Chief Concept 12

De vuelta al Ford F-250 Super Chief, y según datos de la marca, tenemos que, funcionando con hidrógeno, el motor V-10 sobrealimentado proporcionaba hasta un 12 % de mejora en el ahorro de combustible, si lo comparásemos con un motor V-10 de gasolina no sobrealimentado; y un 99 % menos de emisiones que el mismo motor de la pick-up funcionando con gasolina.

Ford situaba en 500 millas (805 kilómetros) la autonomía que era capaz de tener la Ford F-250 Super Chief con el uso exclusivo de hidrógeno como combustible.

Para conseguir esto, el motor debía acoplar un sobrealimentador específico para su uso con hidrógeno, debido al menor poder calorífico de este gas, respecto al que dan el etanol E85 o la gasolina. Esto motivaba que para utilizar hidrógeno fuera necesario detener el motor. En cambio, pasar de gasolina a etanol, o viceversa, se podía hacer con el motor en marcha, mediante un simple botón.

De hecho, Ford aprovechó los desarrollos que llevó a cabo desde 1996 en cuanto al uso de etanol y gasolina como carburantes en motores de explosión, con 1,6 millones de unidades fabricadas con sistemas de alimentación flexible en los años previos a la presentación mundial de su motor Tri-Flex. Y la idea era no sólo afianzar los sistemas de dos carburantes, sino demostrar que Ford era capaz de poner sobre la mesa un sistema de alimentación con tres combustibles.

La Ford F-250 Super Chief nunca llegó a producción. Sin embargo, sí que conoció la vida comercial en forma de videojuego, tanto para Nintendo Wii como para PlayStation 2, con Ford Racing: Off Road. Allí, la Ford F-250 Super Chief era el coche máximo al que cualquier jugador podía aspirar. Nada que nos deba extrañar, teniendo en cuenta su descomunal apariencia.

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